Puedes estar de acuerdo o no con su política, pero una de las grandes cosas que nos ha traído Ryanair a los canarios, es la posibilidad de estar en determinados puntos de Europa en cuestión de varias horas en un vuelo directo.
Siempre y cuando la economía nos lo permite, nos gusta hacer un viaje corto en invierno y así poder disfrutar del FRÍO del que aquí solemos carecer. Pues aprovechando esta coyuntura, hace un par de años nos escapamos durante el puente de la Constitución a Bruselas.
Si bien ya habíamos estado hacía unos años mi marido y yo solos (cuando también aprovechamos para ir a Brujas), esta vez fuimos con la niña y en invierno. Sacamos del fondo del armario los abrigos, los gorros y las bufandas y dejamos los 18º de Gran Canaria....para encontrarnos con los 4º-5º de Bruselas.
Sé que hay mucha gente a la que Bruselas " no le dice nada": a algunos con los que he hablado, les parece gris y anodina...Sin embargo, a nosotros nos gusta mucho, y fue por esto que decidimos repetir.
Bruselas se transforma en Navidad, al igual que muchas ciudades...Cuando viajas a Bruselas en cualquier época del año, no debes dejar de visitar "lo típico": la Grand Place, el Manneken Pis, el Atomium, la Bolsa, el Palacio Real y el del Cincuentenario, la Catedral, la zona del Parlamento Europeo, etc...Tampoco debes perderte las fachadas con personajes de comics pintados en ellas.
Pero en Navidad, además, hay varios pluses.Con motivo de las fiestas navideñas, se organiza el Plaisirs d'Hiver o Winterwonders, la feria navideña que toma parte de la ciudad, con eventos y atracciones en distintos puntos de la misma:
- Grand Place
- Zona de la Bolsa
- Place de la Monnaie
- Place Sainte-Catherine
- Marché aux Poissons
Entre las atracciones, hay que destacar el mercado navideño, con alrededor de 250 casetas, la feria con atracciones como una inmensa noria o la pista de patinaje. Tampoco nos perdimos el árbol de Navidad y el espectáculo de luces de la Grand Place.
Si todo esto se te hace poco y vas con tiempo suficiente, siempre puedes hacerte una escapada a Gante, como hicimos nosotros.
Frío, casetas de madera, olor a vino especiado por las calles, luces de colores...bueno, ya podemos volver a casa con la sensación de haber disfrutado de un ambiente navideño como en las películas...