Revista Viajes

Escápate a Lugo!

Por Oscar Oscar López Castedo @oscarcastedo

Si piensas que un fin de semana es tiempo demasiado justo para conocer Lugo, estás en lo cierto, para que engañarnos.

Aún así, durante mi último viaje de varios días con la familia, exprimimos las horas, pero manteniendo siempre la máxima de disfrutar sin prisas y experimentar cada rincón que visitamos.

Calle San Pedro

Calle San Pedro

El primer día llegamos ya entrada la noche, así que nos reservamos para reponer fuerzas y descansar para lo que se avecinaba. Para eso, una buena opción es recorrer el casco antiguo lleno de tascas, donde con cada consumición tienes derecho a una tapa fría y otra de cocina, todo ello a un precio más que ajustado. Esto es lo que se dice ir de cañas y tapas!

Algunas recomendaciones como, Taberna Daniel, Mesón Rua, A Tasca, Ave César, A Nosa Terra. Aquí tenéis una lista donde encontrar muchos más sitios! Lista, comer en Lugo

El segundo día visitamos el Monasterio de Samos. Se trata del más antiguo de España con actividad, perteneciente a la orden de los Benedictinos fue creado en el s. VI. Además tiene el órgano más grande de Galicia con 3.850 tubos.

Ya fuera por desgracias continuas, o por necesidad de cambiar de estilo arquitectónico, fue destruido por varios incendios. De esta forma toda la estructura es una mezcla de los diferentes estilos que fueron aplicando los monjes en su construcción.

Monasterio de Samos

Monasterio de Samos

Destaca el patio de la naturaleza, que tiene una fuente en el centro, sustentada por varias sirenas con los pechos descubiertos, símbolo de la fertilidad y lo natural.

Actualmente tiene la opción de hospedería, así que para aquellos que quieran encontrarse a si mismo, reflexionar o simplemente desconectar del mundo aquí tenéis una magnífica opción. Allí viven 15 monjes de los cuales casi el 50% tiene 85 años o más. La entrada son 3€ con visita guiada, que bien merece la pena por escuchar las historias y explicaciones.

Madrugamos y nos dirigimos más hacia el norte, a uno de los mayores tesoros de la costa, la playa de las Catedrales. Situada en una zona en la que confluyen los ayuntamientos de Ribadeo, Barreiros, Foz, Burela, Cervo, Xove, Viveiro, esta es la conocida “mariña”.

Playa de Las Catedrales

Playa de Las Catedrales

Aquí encontraréis una veintena de playas que han sido galardonadas con el distintivo de “bandera azul”. Sobresalen por el mar abierto, oleaje fuerte y de calidad, en la mayoría de las ocasiones, que las distingue para el surf además de maravillosos parajes naturales. El inconveniente, la climatología, ya que nada te asegura el sol y calor en el norte de Galicia.

Esta playa es conocida por sus formaciones rocosas y sus arcos, que han ido esculpiendo el viento y las mareas a lo largo del tiempo. Si os gusta la fotografía, averiguad cuando baja la marea, preparar el trípode y poner a trabajar vuestra imaginación y ojo fotográfico!

Portomarín, además de ser una de las etapas del Camino de Santiago, guarda un pequeño secreto culinario, el restaurante Río Loyo. Está situado a la salida del pueblo en dirección Paradela por la C-535. Se trata de un restaurante de cocina casera y familiar, que destaca por la buena calidad de todos los ingredientes que utilizan en la cocina. La especialidad de la casa son las anguilas y la carne a la parrilla (que os servirán hasta que digáis basta literalmente). Os dejo que lo descubráis, pero os adelanto que os quedaréis con ganas de volver! Además el entorno es excepcional, a orillas del río Miño y el embalse de Belesar.

El pequeño pueblo disfruta además de una feria del aguardiente que lo anima y llena de visitantes.

Catedral de Lugo

Catedral de Lugo

No se puede abandonar Lugo sin visitar La Muralla. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2.000. Siempre lo digo, son 2,2km de estructura completa e íntegra construida en los siglos III y IV, que se pueden recorrer completa y libremente y que ofrece algunos ángulos de la ciudad y de su casco histórico bellísimos (como el paseo dos Cóengos).

Recorrerla requiere su tiempo, no por la longitud sino por las vistas como decía y la historia que acumulan todas sus piedras. Con calma, disfrutando de cada instante, La Muralla os trasladará a otra época, de la que podéis subir y bajar en cualquier momento por las diferentes escaleras existentes.

Con esto, llegamos al punto final, un recorrido intenso pero agradable y que deja con la sensación de que esta ciudad y provincia es una gran desconocida que esconde tesoros e historias a cada paso.

Ahora os toca a vosotros descubrirla, y espero que os guste tanto como a mí!


Escápate a Lugo!

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