De todos los despropósitos que uno encuentra en la fallida Spider-Man 3 de Sam Raimi, una de las cosas que jamás me cuadró fue cómo en los primeros minutos de metraje nos presentan la historia de Penny, la hija enferma de Flint Marko (alias Sandman), para no volver a hacer más alusiones al tema en ningún momento. Debido a esto, siempre tuve la impresión de que varias cosas debieron quedarse en la mesa de montaje, ocasionando un producto final un tanto caótico y atropellado que, con el aderezo de cierto tono de "humor" bastante desafortunado, acabó decepcionando a la inmensa mayoría del público.
Pues bien: hoy os dejo un vídeo (cortesía del canal de Youtube GTMovies MX), que muestra una de esas escenas que sufrieron los recortes de la tijera, en la que volvemos a ver a la esposa y a la hija de Marko, esperando al susodicho sentadas frente a un parque infantil, donde -al ver que el hombre no llega- la madre le dice a la niña algo así como "que más le vale no creer en las promesas de su padre". Entonces le pide que recoja sus cosas, que se marchan, pues ya no van a esperar más. La hija se levanta, pero cuando se aleja un poco, se da cuenta de que en el arenero del parque hay un grandioso castillo de arena. De pronto, es como si se sintiera llamada por la escultura, y aproximándose a ella, apoya la mano en su superficie, sintiendo a su padre, mientras éste también marca una de sus manos en la pared del castillo. Es un momento lleno de emotividad y ternura.
En ese instante su madre la reclama, y ella sale del arenero. Cuando mira atrás, el castillo se ha desmoronado. Tan pronto como ambas se marchan, el Hombre de Arena vuelve a recobrar su forma humana, jurando que Spider-Man no volverá a entrometerse en sus planes de conseguir el dinero necesario para salvar a su hija.
Para mí, esa escena da coherencia y continuidad a la trama de Penny, y por extensión, a las motivaciones de Marko para decidirse a delinquir. Por eso pienso que ojalá hubiese entrado en el montaje final.
Y vosotros: ¿qué opináis?