Escenarios

¿Cómo estar preparados para el futuro si este es incierto? Muchas organizaciones encuentran la respuesta en el pensamiento estratégico basado en escenarios. Con ello intentan explorar los posibles futuros que se pueden desplegar y analizar las lecciones que estos pueden contener para adaptarse a ellos en caso de que se materialicen.

Un escenario no es una predicción del futuro. Un escenario es una reflexión coherente y provocadora sobre cómo determinadas fuerzas que reconocemos en el presente pueden actuar y evolucionar creando oportunidades o amenazas para nuestras organizaciones o nuestras comunidades.

Para trabajar con escenarios lo hacemos desde los desafíos a los que se enfrenta una organización y exploramos las posibles fuerzas de cambio a las que se encuentra sometida en el presente. Estas fuerzas de cambio pueden venir de la mano del entorno económico, pero también de los cambios políticos, de las dinámicas sociales o de las nuevas tecnologías. Una vez identificadas estas fuerzas se considera su posible evolución y se diseñan los escenarios a través de narrativas que capturan la complejidad del entorno resultante y que nos permiten visualizar el futuro que configuran.

A partir del análisis de los escenarios, una organización o una comunidad tiene un conocimiento valioso para sintetizar las lecciones que contiene cada escenario al objeto de aprender, de valuar las posibles estrategias para adaptarse al cambio y para estar preparados en la toma de decisiones efectivas en el caso de que esos escenarios se conviertan en realidad. También son una excelente ayuda para poner en marcha mecanismos de alerta y control que le permitan rastrear cambios del entorno y detectar hacia qué escenario está evolucionando el futuro.

El ejercicio de construir escenarios es un ejercicio estratégico de grupo. Requiere la creatividad y la participación de personas con perspectivas tan diferentes que, incluso, puedan introducir ideas provocadoras que remuevan las creencias y las formas de pensar dominantes en estas organizaciones.

Pero no se obsesione con la capacidad de predicción. Un buen escenario no es el que predice exactamente cómo va a evolucionar el futuro sino aquel que le ayuda a explorar y visualizar ese posible futuro para aprender, adaptarse y tomar decisiones efectivas conforme éste se va desplegando. Como ejercicio estratégico es apasionante.

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