Los contextos en los que poder ubicar una puesta de escena se adueñan de la iniciativa corporativa para generar Branding.
Son puntos de anclaje que redirigidos por el proyecto de dichas empresas, las cuales, desean convertirse en marca, asocian la comunicación de su mensaje con los intereses del usuario ofreciéndoles, además de una ajustada funcionalidad de su producto, el valor emocional satisfactorio que rentabilice la producción a más largo plazo.
En definitiva, se enfocan hacia la búsqueda de una base de clientes leales que al participar de estos escenarios ceñidos a la experiencia progresiva de la marca, ganen lealtad con el incremento de un aprendizaje adaptado a sus necesidades.
El escenario es uno de los elementos escenográficos básicos que reubica el proceso del espectáculo dedicado a la obtención de experiencia para trabajar el Branding deseado. Significa conectar los espacios creativos generados por el espacio escénico con el público. Es ampliar las expectativas colectivas desarrollando el lugar de encuentro, en el cual, se potencia simultáneamente, una evolución autónoma de la estética escénica, así como, la transformación en profundidad de la representación y del valor emocional acorde.
Por tanto, la pretensión del escenario es la de prestar a la expresión escenográfica, avalada por las estrategias de Arte, la dimensión del espacio tridimensional en toda su amplitud contribuyendo a generar espacios creativos organizados y ligados a dicho mensaje comunicativo que den respuestas útiles a un trabajo integral del Branding corporativo.