Revista En Femenino
Las mujeres que están en transición hacia la menopausia y las posmenopáusicas experimentan una reducción en la frecuencia e intensidad de los sofocos si son tratadas con el antidepresivo escitalopram, según señalan las conclusiones de un trabajo que se publica hoy en JAMA. La Universidad de Pensilvania coordinadora de la investigación, ha evaluado la eficacia de escitalopram en comparación con placebo en la reducción de episodios de sofocos, prestando atención a si la raza, el tipo de menopausia, el estado de ánimo y la ansiedad modulaban la aparición de los sofocos. Los investigadores han trabajado sobre 205 mujeres, que se dividieron en dos grupos: uno recibió escitalopram en dosis de 10 a 20 miligramos por día y otro sólo placebo. La media de aparición de sofocos al principio del estudio era de 9,8 por día. El fármaco consiguió reducir la frecuencia de forma significativa, ya que en la semana 8 de tratamiento el número de episodios por día era de 5,26 (un 47 por ciento menos). En el grupo placebo también hubo reducción, pero sólo del 33 por ciento. La intensidad de los sofocos también fue menor en el grupo tratado con escitalopram. Los autores señalan que la raza no modificó la eficacia del tratamiento y que la tasa de terapia no continuada debido a efectos adversos fue del 4 por ciento (con un 7 % en el grupo terapéutico y un 2 % en el placebo). En las mujeres sanas, el tratamiento con 10 ó 20 miligramos al día de escitalopram aporta una alternativa no hormonal y bien tolerada en el abordaje de los sofocos causados por la menopausia