ESCLAVAS DEL SEÑOR, LIBRES PARA AMAR DEL TODO La película "Philomena" y las monjas de verdad

ESCLAVAS DEL SEÑOR, LIBRES PARA AMAR DEL TODO

La película “Philomena”  y las monjas de verdad

 “¿Cómo podían enseñar a ser buenas esposas y buenas madres quienes estaban impedidas de ser cualquiera de esas dos cosas?” La cita de González Prada la coloca Jeremías Gamboa en su artículo “Las esclavas de la iglesia” de “El Comercio” (sábado 1 de marzo, A-23). Me ha hecho recordar un acalorado debate en mis tiempos juveniles de Salamanca en que –como todos no frisábamos los 17 años- mi interlocutor partidario del divorcio como argumento definitivo a su favor esgrimió: “¿Quién está casado para poder aconsejar un compromiso de pro vida? ¡Qué fácil es aconsejar los solteros que el matrimonio es indisoluble!”. A mí me vino a la mente: “Pues yo no necesito estar embarazado para oponerme al aborto ni estar en la cárcel para clamar por la libertad”.  

Leo en http://www.publico.es/culturas/504929/philomena-la-pelicula-que-deberia-ver-el-papa “Las siniestras monjas irlandesas de las lavanderías de las Magdalenas (de las Hermanas de la Misericordia) abusaron, explotaron y maltrataron a unas 10.000 mujeres entre 1922 y 1996. Víctimas de la crueldad de las religiosas, estas jóvenes que sufrieron maltratos físicos y psíquicos, vieron, además, cómo les robaban a sus bebés. Peter Mullan contó al mundo esta historia en 2002, en su películaLas Hermanas de la Magdalena (ganadora en Venecia y en los BAFTA). Ahora, otro grande del cine anglosajón, Stephen Frears, vuelve sobre esta tragedia, con Philomena, un relato inspirado en una historia real, la de Philomena Lee.Judi Dench, que consigue momentos de gran profundidad con su personaje, ha trabajado sobre la admiración a la auténtica Philomena Lee. "Lo que quería, sobre todo, era que la película le hiciera justicia e hiciera justicia al libro.El de Philomena no es en absoluto un caso aislado. Innumerables madres e hijos fueron separados y muchos de ellos todavía siguen buscándose hoy en día. Es terrible y realmente impactante. Así que espero que la heroica búsqueda de Philomena y su valor al permitir que cuenten su historia proporcionen consuelo a todos aquellos que han sufrido un destino similar".

Sin duda que la película nominada para el óscar 2014 servirá para generar polémica. Para mí es una invitación a investigar con sinceridad acerca de todo lo que han hecho al servicio de los demás. Comienzo por las Adoratrices del Santísimo Sacramento por tener una hermana entre ellas; fundada por Santa Micaela en el S. XIX se dedican en cuerpo y alma a las jóvenes que han caído en la prostitución o en la droga. Sigo con Santa Vicente María Vicuña y su apuesta por las jóvenes trabajadoras domésticas. Las Hermanas de los Ancianos Desamparados o las Hermanitas de los Pobres al servicio de los ancianos en total abandono. Las Hijas de la Caridad, fundadas por San Vicente de Paúl, dedicadas de lleno a los enfermos, los huérfanos, moribundos. Las Misioneras de la Caridad, de Teresa de Calcuta a los pobres más pobres de los pobres. Baste como muestra un botón. Miremos su obra en Lima, en el Perú. Las religiosas han dado muestra y lo están dando ahora mismo de una generosidad sin límite, en los puestos de vanguardia, donde no llega la carretera, donde todavía no hay urbanización, donde no hay escuela…Entendieron como Madre Teresa que lo importante es la vida es tener una vocación y entregarse a ella por entero. Que, a imagen de la Virgen María, son “esclavas del Señor” para que se cumpla en ellas “según su palabra” como se reza en el Ángelus, y por ello, han convertido su vida en un hermoso magníficat: “engrandece mi alma al Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi salvador”.

El 2015 la Iglesia lo dedica a la vida consagrada y su prefecto Mons. João Braz de Aviz acaba de escribir una estimulante carta ¡”¡Alegraos!”. Justo estaba leyendo la “Vida” de Santa Teresa y me encuentro con una de sus geniales expresiones: “!qué sería del mundo si no fuera por los religiosos!” (n.11). Les invito a conocer a estas “esclavas” tan libres, a estas vírgenes tan fecundas, a estas “esposas” de Cristo y tan madres que tanto han hecho y están haciendo por nuestro mundo.