Esclavo de sus palabras

Imagino que a estas alturas ya conoceréis la primera crisis de gobierno que tiene sobre la mesa la nueva alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena. Y es que resulta que su responsable de Cultura y Deportes, un tal Guillermo Zapata, ha protagonizado el fin de semana al hacerse públicos algunos de sus tweets en los que se mofaba de los judíos, de Marta del Castillo o de Irene Villa. Pero no solo él, su compañero de bancada, Pablo Soto, responsable de transparencia, también en twitter pedía la guillotina para Alberto Ruiz Gallardón, entre otras lindezas…
Esto es lo de siempre, y de lo que ya hemos hablado en otras ocasiones en Desde el Caballo de las Tendillas. Ahora dicen que era broma, humor negro y que todo tiene una explicación. Zapata, en un comunicado, ha pedido disculpas (qué menos) y dice que todo se explica porque lo que decía se enmarcaba “dentro del debate sobre los límites del humor en las redes sociales” y que coincide con una serie de críticas que se hicieron al director de cine Nacho Vigalondo por decir que el holocausto fue un “montaje”; asimismo señala el político que los tweets se enmarcan en la defensa de que “el humor negro sirve para hacer catarsis”. Pero yo voy a lo de siempre, ¿qué habría dicho este individuo, Ahora Madrid o Podemos si estas declaraciones las hubiera hecho un concejal del PP en el Ayuntamiento de Madrid?, por ejemplo. Pues que hagan lo que le exigirían a los demás. Además el tal Zapata ha eliminado su cuenta de Twitter, ¿y por qué hace eso?, ¿por qué pide esas disculpas si todo tiene una explicación? Porque si todo se enmarca en el debate sobre los límites del humor en las redes sociales podría haber dejado su cuenta de Twitter, para que eso se pudiera verificar y comprobar. El caso es que este señor debe dimitir, y si no ha de ser cesado por la alcaldesa, porque esos tweets no son dignos de un representante de los madrileños, porque cada uno es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras, y este tal Zapata es un sinvergüenza.