Revista Educación
El Gobierno reconoce que será más fácil despedir con 20 días con la nueva reforma laboral.
El problema al que se enfrenta en estos momentos España no es el de la supuesta y siempre demandada por los empresarios rigidez del mercado laboral, ni abaratar el despido para según algunos "contratar más» (existe una tasa de paro estacional indefinido endémica tolerada y maleable por todos los gobiernos) sino la combinación de un modelo productivo en declive y la falta de estímulos a una economía basada en la demanda.
La derecha europea y sus seguidores midriáticos, a base de miedo, recortes, recesión para que ganen unos pocos a costa de generar desigualdades que reporten negocio y beneficios astronómicos, están inmersos en su maravilloso mundo particular donde todo lo público hay que sentenciarlo poco a poco y llevarlo al desastre para luego venderlo a intereses particulares con la doctrina de que todo lo privado se gestiona mucho mejor y sobre todo están centrados en meter mucha prisa y aprovechar el caos para destruir cualquier vestigio de conquistas sociales mediante la aplicación de la doctrina del shock.
Hace un año impusieron desde Europa limitar la capacidad de financiación del Estado y con ello principalmente los gastos sociales cambiando la Constitución al incluir un articulo,que prioriza el pago de la deuda sobre el bienestar de los ciudadanos. Deuda que provocaron los Bancos con su avaricia de querer ganar cada año mucho más que el anterior, repartiendo cantidades de millones entre las altas cúpulas directivas, y que nos compran con el dinero con el que les rescatamos
Ahora afrontamos la nueva y «agresiva» reforma laboral que abarata el despido de todos los trabajadores y reduce su protección. Algo que demandaba la CEOE, incluso en época de vacas gordas y beneficios astronómicos. CEOE y Cepyme consideran la reforma laboral un "paso imprescindible y sustancial". Pero, seguro que dentro de poco la verán, «insuficiente».Se rebaja la indemnización por despido de 45 a 33 días para los contratos indefinidos y se incorpora un concepto de «alto riesgo» por el cual todos los trabajadores podrían ser despedidos por la vía objetiva.
Una ley que no va a generar empleo pero seguirá creando incertidumbre en los trabajadores y por lo tanto seguiremos sin remontar la confianza y el consumo motores del crecimiento y por lo tanto la creación de empleo. Una ley que sólo servirá para recortar derechos a los trabajadores, conceder más subvenciones y deducciones de pago de cuotas a la Seguridad Social, incrementando su déficit, y favorece a los empresarios que usan la legislación para contratar , despedir y volver a contratar para rotaciones de trabajadores fijos con contrato rotativos favorables para sus propios intereses. Si pretenden llevar las condiciones laborales, la indefensión, el descontento y la inseguridad de futuro de los ciudadanos a niveles de principio del siglo pasado, es posible que muchos piensen que van por el buen camino.
En Grecia cada día se levantan peor que el anterior y aún así unos privilegiados que se denominan la «troika» integrada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE) les siguen diciendo que todo lo hecho hasta ahora es insuficiente y hay que seguir impulsando nuevas medidas de austeridad , entre ellas la disminución del gasto en sanidad y defensa más flexibilidad en el mercado laboral y la reducción de los salarios. Consideran, en comparación con otros países, que los sueldos son demasiado elevados (lo mismo que en España seguro que no lo comparan con los países donde el salario mínimo es tres veces superior).
Por cierto hoy, el presidente de Bankia, Rodrigo Rato, ha dicho que, en su opinión, los políticos españoles no están bien pagados. "Yo creo que en este país las remuneraciones de los responsables políticos no se corresponden con sus responsabilidades ni son homologables con el resto de Europa". Supongo que eso mismo deben pensar millones de trabajadores españoles que cobran salarios miserables. Pero se olvida el Sr. Rato y otros que gozan de sus sueldos en romper una lanza por los más desfavorecidos, en cambió no se sonrojan al pedir; flexibilidad, abaratar, y reducción de salarios, para los que cobran menos de mil euros.
Eso es lo que le espera a la clase obrera lo terrible es que las medidas de «austeridad» y recortes que empobrecen a las clases medias bajas no han llegado a tocar fondo. Porque parar cuando se presenta el mejor de los escenarios posibles y la oportunidad única para hacer retroceder los logros conseguidos en décadas de lucha ciudadana, social y obrera.
Yannis Panagópulos, secretario general de GSEE, el principal sindicato de Grecia.
«El Gobierno, de una manera inadmisible y antidemocrática discute y negocia la anulación de los convenios colectivos, la reducción dramática de los salarios y de las pensiones. Es una receta que priva a los trabajadores y a la economía real de inmensos recursos al aumentar la recesión».
El dirigente sindical advirtió: «Se debe entender que se quieren eliminar todas las leyes laborales y reducir los salarios cuando ya han sido recortados entre un 20% y un 30% en el sector privado. Esto no lo soporta ningún pueblo».
Martin Schulz Presidente del Parlamento Europeo
«No se puede usar la crisis de excusa para recortes sociales»
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