Estamos ante el caso de una enfermedad degenerativa que se origina en el sistema nervioso. Es conocida como ELA por la abreviatura de la enfermedad o también como Enfermedad de Lou Gehring porque en 1939 este jugador tuvo que retirarse por esta enfermedad.
Esta enfermedad degenerativa del sistema nervioso se deriva porque las neuronas o células nerviosas se desgastan provocando una disminución de sus funciones hasta que llegan a morir. Esto provoca, al principio, un debilitamiento muscular y posteriormente, una parálisis muscular de forma progresiva teniendo incapacidad para que la persona que lo sufre no pueda mover piernas, brazos y todo el cuerpo.
A medida que va pasando el tiempo, esta enfermedad va afectando a los músculos de la zona torácica de tal manera que estos llegan a no trabajar correctamente por lo que respirar se convierte en un martirio, no pudiendo hacerlo por sí solo.
Síntomas de la esclerosis lateral amiotrófica
Normalmente los síntomas de la esclerosis lateral amiotrófica no aparecen hasta pasados los 50 años pero se han dado algunos casos de que aparecen en personas de menor edad. Como ya hemos comentado, los primeros síntomas se deben al debilitamiento muscular, es decir, que se pierde la fuerza y también la coordinación. Posteriormente se va empeorando la situación y hace imposible que se puedan realizar cualquier actividad del día a día, como coger objetos, subir escaleras, sentarse, comer…
Esta enfermedad afecta a los músculos no afectando a los sentidos por ejemplo. Es decir que se conserva intactos los sentidos. Si una persona afectada le dan de comer, notará perfectamente los sabores y olores.
Por lo general se tendrá dificultad para respirar, dificultad de movimientos, contracciones y calambres musculares, parálisis, dificultad para hablar…
Las causas aún no están nada claras, salvo en los casos de antecedentes familiares con esta enfermedad, que son aproximadamente, 1 de cada 10 casos por los que en este caso el factor genético es el culpable.
Los médicos le harán diferentes pruebas para valorar si tiene esta enfermedad y el estado de la misma.
La esclerosis lateral amiotrófica no tiene cura actualmente, pero según lo avanzado que esté la enfermedad, los médicos pueden recetar un medicamento llamado riluzol que, de cierta manera, retarda los síntomas y ayuda a que la persona afectada pueda vivir más tranquilo durante más tiempo.
Además de este medicamento también se puede recetar diazepam para controlar la espasticidad o músculos rígidos.