Revista Cultura y Ocio
¡Hola lectores!
Desde que empecé a escribir y a seguir algunos blogs que hablaban de escritura (como Cafetera de letras que si no lo conocéis y os interesa el tema tenéis que visitarlo, porque es simplemente genial) todos coincidían en una cosa: si quieres ser escritor, si quieres terminar un libro, tienes que escribir.
Siempre he tenido un problema con la constancia a la hora de escribir. Cuando estaba en el colegio o en los primeros años de instituto tenía más tiempo libre y no necesitaba llevar un horario. Pero, ¡si era capaz de escribir hasta cuando estaba en clase! Cuando estaba inspirada, podía tirarme todo el fin de semana pegada a la pantalla del ordenador y escribir páginas y páginas. +
Pero claro, pasa el tiempo, llega bachillerato y luego la universidad y me falta tiempo para hacer todo lo que quiero hacer...
Y realmente me doy cuenta de que si me organizara, podría sacar tiempo para escribir, mucho más de lo que hago. Lo que pasa es que cuesta ponerse, a no ser que te venga la inspiración divina y sientas que tienes que escribir YA de YA, y a mí eso no es que me pase todos los días.
Es difícil dejar lo que estás haciendo y dedicar un rato al día exclusivamente para escribir, sobre todo si estás atascado o no especialmente inspirado. El problema es que si no te obligas, si no te esfuerzas un poco, la inspiración no te va a venir nunca.
Así que me he dado cuenta de que si realmente quiero ser constante a la hora de escribir, tengo que imponérmelo. Tiene que ser como una cita con el médico o con un amigo, algo a lo que no puedo faltar y de lo que no me puedo escaquear. Si de 7-8 de la tarde es mi hora de escribir, no puedo saltármela si me proponen otro plan, porque entonces no lo cumpliría nunca.
También he leído en muchos sitios que ayuda el hecho de tener una pequeña rutina antes de ponerte a escribir. Tal vez hacerte un café, poner música y cerrar la puerta de la habitación, un ritual que haces siempre y que te ayuda a mentalizarte de que es la hora de escribir. Yo no tengo nada parecido, nunca lo he tenido, pero creo que podría ayudarme.
En fin, que esta entrada al final ha servido para decir algo así como que mi propósito para este 2018 va a ser ganar constancia a la hora de escribir, ponerme citas con la hoja en blanco y acudir, aunque escriba sólo dos palabras en una hora. Claramente es difícil y más cuando llegan los exámenes y las obligaciones, pero creo que con una buena organización, siempre se puede sacar algo de tiempo.