Así como nosotros, mortales, nos descubrimos soñando a diario el mismo sueño de ayer; el genio, el sordo, el neurótico, el romántico en el sentido más alemán de esta palabra, Ludwig van Beethoven, también se descubrió soñando lo mismo durante más de cuatro años: compuso 33 variaciones extraídas de una sola melodía. Así como el borracho, ya inconsciente, sigue soñando con la bebida; o como el drogadicto, ya rehabilitado, con la cocaína; Ludwig van no pudo dejar de soñar con un vals de moda bastante vulgar de un tal Diabelli. Se trata de una historia tan misteriosa y apasionante que dejaría más ultra violento al fanático por excelencia del compositor alemán, el pequeño Alex de La naranja mecánica. Sí, los hallazagos detrás de estas variaciones son realmente interesantes. Moisés Kauffman, el autor/arqueólogo de la obra, ha dicho: “Sería como si Philip Glass descubriera una canción de Britney Spears y decidiera pasar los siguientes cuatro años de su vida estudiando y haciendo variaciones de dicha canción”.
Para enterarse de este aparente ataque de locura del genio, de la labor detectivesca a la que sometió a sus más ferverosos perseguidores, habrá que asistir a la Sala Roja del CCPUCP. Mientras tanto, los dejamos con una conversación que tuvimos con los directores de 33 Variaciones, Marco Mühletaler (MM) y Lucho Tuesta (LT). Melómanos y amigos aplicaron, a su manera, el mismo método que Beethoven sobre dicha melodía para la puesta en escena.
Kauffman, el arqueólogo
MM: Es una historia real. Las sinfonías son las obras más grandes y conocidas de los compositores; las piezas para instrumento solo siempre suelen quedar relegadas en la historia, pero de repente uno encuentra una joya como esta.
LT: Todo lo que se puede ver en la obra es parte de una investigación que hizo Moisés Kauffman. Se enteró de una anécdota: Diabelli proponiendo este vals a otros compositores y que Beethoven, al principio, no iba hacer. Sin embargo, no hizo una sino treinta y tres variaciones del mismo vals.
MM: Además, está la zona gris de la historia. No sabemos exactamente qué pasó. No podemos saberlo a través del compositor. Lo sabemos a través de Schindler, su primer biógrafo. Luego aparecieron otros que lo fueron desmintiendo. Es interesante como, en la noche de los tiempos, hay una historia que está tejida debajo y que Kauffman ha ido desenterrando como un arqueólogo.
Las variaciones
MM: Teníamos diez elencos distintos completos. Hemos pasado por todos antes de definirlos. Han sido cinco años, hemos pasado de uno a otro, y esto nos ha permitido a este elenco que ha calzado exacto.
LT: La obra es compleja en términos de montaje porque son múltiples escenas que suceden, a veces, en paralelo. A la hora de llegar a los ensayos teníamos que tenerlo claro porque podía ser un proceso muy tormentoso. También nosotros queríamos hacerlo con la menor cantidad de elementos, en un escenario lo más neutro posible, para que la historia y los personajes sean el centro de atención. Ellos tienen una urgencia por trascender.
MM: Por no morir antes de dejar lo que quieres dejar. Si uno escucha las variaciones atentamente y de corrido, uno nota todas las variaciones que tienen las variaciones. Te das cuenta cómo Beethoven explora géneros distintos y el montaje tenía que ser algo similar. Teníamos que ir de algo muy dramático a algo muy tecnológico y digital, a algo farsesco. Las variaciones te regalan esa gama amplia.
La trascendencia
MM: Hemos discutido mucho sobre de qué trata la obra. ¿Cuál es el meollo del asunto? Uno de los temas que más me conmueve es la trascendencia. Podemos llamarlo obsesión pero es más interesante si lo llamamos la búsqueda de la trascendencia. Tanto Beethoven como esta mujer están buscando dejar algo. El artista es un parteaguas en la música y la mujer –la detective, la crítica detrás del origen de la 33 variaciones– está intentando entender esa zona gris de la historia para dejarnos a nosotros, los amantes de la música, qué fue lo que sucedió durante ese periodo.
LT: Un tema que a mí me conmovió mucho es el de la transfiguración. El hecho de transformar las cosas a su mejor versión. Creo que esa búsqueda de la trascendencia pasa por esta transformación de vidas. La madre y la hija empiezan teniendo una relación no muy cercana pero terminan unidas por la música. Vemos cómo Beethoven va transformando la música, los cánones musicales de la época, a través de estas variaciones. El vals de cinco minutos se transforma en uno de cincuenta, con belleza y complejidad. Pero si vemos la obra desde un contexto más amplio, también nos puede hablar sobre la capacidad que tenemos los seres humanos de transformanos no solamente en algo distinto sino en algo mejor. Tratar de ser cada día una mejor versión de nosotros mismos.
MM: Además, se ha encontrado el testamento que Beethoven escribió siendo muy joven. El muere mucho después, pero en esta carta, el Testamento-Heiligenstadt, deja muy claro el legado que busca entregar a la humanidad. Quiere que se le juzgue de la manera correcta. No como un loco ermitaño, sino más bien como un hombre que tenía una afección terrible al oído. Esto lo podía desacreditar en un medio tan competitivo como era Viena en ese momento. Sin embargo, él siempre estuvo buscando construir a pesar del dolor.
Roberto Moll es Beethoven
MM: La directora francesa de teatro, Ariane Mnouchkine, dice una frase que es absolutamente cierta: las obras eligen a sus actores. Y esta obra eligió a Roberto Moll para interpretar a Beethoven.
LT: Roberto lo humaniza. Deja de lado al ícono, esta imagen idealizada de gran artista de la humanidad. Aquí Beethoven tiene sentimientos, dudas, sufre. Kauffman esribió esta obra pensando en toda la expectativa que puede ocasionar verlo. Y genera mucha curiosidad y placer ver a Roberto encarnado en el personaje.
La pianista
"Conversar con Roberto es como conversar con Beethoven", nos cuenta la pianista, Silvia Valdivia, que este año se gradua en el Conservatorio, y con qué honores –felicidades–. Silvia promete no equivocarse, en cada una de las funciones, al interpretar las 33 variaciones.
MM: Silvia es un regalo de Dios. No solamente es una gran pianista y excelente persona, sino entregadísima al quehacer teatral que es muy complejo. Ella, así como la música, son un personaje más de la obra.
LT: Buscamos integrarla. Su presencia no es solamente técnica en cuanto ella es la que ejecuta, sino que siga la acción y en algunos momentos participe y la construya. Su aporte ha sido valiosísimo.
"Las variaciones representan totalmente su personalidad. Beethoven era una persona bien bipolar. En general, en sus obras se manifiesta eso. Pero estas variaciones son bien distintas unas de otras; y no pierden la esencia del vals", agrega la pianista.
Una excelente oportunidad para descubrir por qué Beethoven se tomó la molestia.
+INFO
Temporada: Del 9 de mayo al 15 de julio 2019
Horarios: De jueves a lunes a las 8 pm
Dramaturgia: Moisés Kaufman
Dirección: Marco Mühletaler y Lucho Tuesta
Elenco: Martha Figueroa, Gustavo Mayer, Óscar Meza, Roberto Moll, Grapa Paola, Patricia Romero, Ricardo Velásquez, Silvia Valdivia
Lugar: Teatro del CCPUCP
SPOTIFY: Beethoven 33 Variations On A Waltz By A. Diabelli, Op.120