Todo el mundo sabe que los escritores no necesitan ningún manual de escritura. Es más, no necesitan saber escribir para publicar. Y eso les hace sentir muy seguros de sí mismos, como si esta profesión tan compleja sólo requisiera de una inspiración [a poder ser divina] que le fuera soplando a la oreja.
Menos mal que los anglosajones son bastante más sensatos que nosotros y han hecho del oficio de escribir toda una disciplina, que enseñan en las universidades [sí, caballeros, en las facultades más prestigiosas de Estados Unidos hay gente aprendiendo a relatar o a novelar]. Escribir ficción es, pues, el "libro de estilo" que utilizan en el Gotham Writers´Workshop de Nueva York, manual escrito por varios profesores. Y es un resumen sintético y eficaz de los grandes aspectos a tener en cuenta en este oficio, desde construir personajes, a desarrollar la trama o elegir el punto de vista, sin olvidar las descripciones o los diálogos. Todo ello claro, conciso, concluyente y muy
americano en el buen sentido de la palabra [es decir, para
tontos].
Y comienza con algo así: "para que una obra de ficción exista hay que escribirla". La verdad es que asusta un poco tanta sinceridad. Y sigue: "hay cosas intangibles como la creatividad, el talento y la inspiración que desempeñan su propio papel, pero es en el trabajo donde está la verdadera acción".
En fin, que la creatividad quizá no sea aprehensible, pero la técnica sí, además de necesario para ahorrar mucho tiempo y bastantes disgustos al narrador y a toda su familia [aparte de a los pobres editores, aburridos de manuscritos].
Escribir ficción
Alexander Steel, ed.
Editorial Alba
405 págs.