Revista Talentos
De regreso de la "isla de mis amores", la de los cinco faros, Menorca... Me ha quedado pendiente hacer la ruta de esos preciosos peñones luminosos que tantas connotaciones espirituales suscitan en mi... Este año, en lugar de la luz o la tierra, el agua me ha llamado y me he quedado con ella. En Menorca, el agua es una constante, en miles de matices del azul: meditando, dejándome mecer por las olas, o bebiendo agua de la lluvia como hacía de niña, en plena excursión campestre en busca de húmedas cuevas antiguas escondidas... Habían emociones que sanar, energías que mover. Y el agua me ha hablado de esta manera. Y yo le he escuchado.
He recargado las pilas y vuelvo con un montón de ideas y energía para mis nuevos proyectos, de los que serás testigo en los próximos meses a través de estas páginas...
He aprovechado este descanso estival para leer Busca en tu interior, de Chade Meng-Tan. Apunto pensamientos de esta interesante lectura y los comparto contigo:
Atención plena en la vida diaria: complemento de la meditación. En lugar de centrarnos en la respiración, lo hacemos en la tarea que tenemos entre manos.
Atención plena en las conversaciones: la escucha atenta. Asentimos, recapitulamos al final tras oír a nuestro interlocutor. Cuando prestamos atención, la persona objeto de la conversación FLORECE.
Diferencia entre ira e indignación: La ira actúa fuera de control. La indignación desde el poder personal. Utiliza la analogía "escribir sobre el agua" (otra vez, este líquido sagrado): cuando trazas palabras en el agua, éstas no perduran. Las palabras han querido imprimirse en el agua, pero la naturaleza del agua no se lo permite.Lo mismo ocurre cuando dejamos de identificarnos con las emociones. Dejamos de ser "la emoción" y comenzamos a "experimentarla". Nuestra naturaleza, el Ser, está por encima de la emoción. No podemos reprimir que las emociones afloren, también las negativas... Pero una vez afloran, podemos decidir qué hacer con ellas. Podemos observarlas, explicarlas, darle un nombre y una utilidad. Al hacerlo, las emociones pierden su poder destructivo... Y se convierten en una pieza de construcción.
Recuerda:
No eres un ser humano que tiene experiencias espirituales. Eres un ser espiritual que tiene experiencias humanas.
Feliz verano.