"Si no podía sobrevivir en el mundo de los que escriben cuentos,
¿dónde iba a hacerlo, entonces?"
En los antípodas de las islas Británicas, Nueva Zelanda constituye un archipiélago cuya lejanía literaria triunfa sobre la geográfica. El destino de la novelista Janet Frame (1.924-2.004), confirma estas distancias. Considerada en su país la escritora más representativa y a la vez la más irreductible, sólo fue conocida más allá de los límites patrios después del éxito del film "Un ángel en mi mesa", basado sobre los tres volúmenes de su autobiografía.
Hija de un ingeniero ferroviario arruinado, cursó sus estudios en la Universidad de Otago. Cuando era una joven estudiante universitaria, su timidez e inseguridad la hacían mantenerse apartada, y esto, junto con un torpe intento de suicidio, la condujeron a la primera de sus reclusiones en un hospital para enfermos mentales. A causa de un diagnóstico equivocado que la declaraba esquizofrénica, se le administró una serie de horribles tratamientos.
Comenzó a escribir en el hospital mental, fruto de sus lecturas de los clásicos. Compuso su primer libro de cuentos titulado "El lago: relatos" (1952), con el que obtuvo el premio Hubert Church de prosa y se libró además de una intervención de psicocirugía. El influyente autor neozelandés Frank Sargeson dio su completo apoyo a la ya escritora, que estaba terminando su primera novela, publicada con el título de "Los búhos no lloran" (1957), en la que explora sus traumáticas experiencias, y habla sobre lo frágil que es la línea divisoria que marca la diferencia entre la lucidez y la locura.
La producción novelística de Frame se compone de once intranquilizadoras novelas de una gran complejidad, de entre las que sobresalen títulos como "Rostros en el agua" (1961), "Pájaros de lluvia" (1968), "Vida en el Maniototo" (1979), "El mensajero de Mirror City" (1985) o "Los carpatianos", con la que obtuvo el premio de literatura de la Commonwealth en 1989. Frame escribió además novela corta, cuatro libros de relatos y apuntes, los poemas recogidos en su único libro de poesía, "El espejo de bolsillo" (1967), y una publicación dedicada al mundo infantil titulada "Mona Minim y el olor del sol" (1969).
Pero su reputación como novelista y su verdadera popularidad no se produjo hasta la publicación de sus tres más importantes novelas que llevaban por título "Hacia la isla" (1982), con la que consiguió el premio James Wattie al libro del año 1983, "Un ángel en mi mesa" (1984), galardonada con el premio de literatura de Nueva Zelanda; y "El enviado de la ciudad de cristal" (1985).
Fuentes: Página 12. Biografías y vidas.