En el mercado literario la personalidad del escritor es un elemento indispensable para alcanzar el éxito profesional. Más aún, la coherencia de su perfil e imagen pública con lo que escribe y lo que piensa, es la clave para ganarse el respeto social y cimentar una carrera literaria de largo recorrido.
La personalidad del escritor se convierte así en un arma poderosa para competir, para vender más y mejor, para influenciar en el mercado del libro y en la sociedad, para definir unos rasgos característicos básicos que puedan proyectar la imagen del escritor hacia los lectores.
Una personalidad fuerte conduce a un liderazgo sólido y a convertirse en un influencer integral. Que es lo mismo que un tipo con buena reputación y confiable, pero dicho al estilo moderno y cool. Y ya se sabe, un escritor convertido en influencer de prestigio logra más ventas, más presencia, más visibilidad, más respeto profesional y más de todo. Lograr esto en un entorno en el que das una patada y saltan miles de escritores es complicado, pero es posible si consigues que tu personalidad se imponga con éxito a la de otros escritores.
Hoy día, la imagen del escritor vende o no vende, logra prestigio profesional o no, impulsa una carrera de éxito... o nada de nada. La imagen, la coherencia de las ideas, el comportamiento y la proyección social del autor, son esenciales para convertir al mismo en un escritor de éxito, al que se lee, al que se respeta y cuya influencia crece año a año.
En los tiempos de internet, los libros de un escritor ya no son los únicos que cuentan para alcanzar el éxito; ahora eso se complementa con los artículos bien currados de un blog personal, con unos ingeniosos tuits y los comentarios razonados en las redes sociales.
La visibilidad en el mercado literario ya no se consigue dando la brasa a las librerías de turno, llevando bombones y repartiendo abrazos, sino con presencia en las redes sociales e internet. Hasta tal punto esto es así que a fecha actual muchos de los grandes éxitos literarios y comerciales nacen de autores que nada tienen que ver con los grandes sellos editoriales. Muchos de los escritores con mayores ventas e influencia social y literaria, no estamos pastando de las verdes praderas de las grandes editoriales, sino que trotamos libres por el mercado del libro.
Cuando tienes buenas novelas, con argumentos interesantes, y esa gran caja de resonancia que es internet, tienes el éxito al alcance de la mano y la gestión del mismo como quieras. Ello conduce inevitablemente a definir la identidad digital del autor, que siempre debe coincidir con la identidad real del mismo. Esta coherencia se traslada rápidamente a los lectores, que perciben la fortaleza o debilidad de la personalidad del escritor, que se proyecta tal y como es.
Un escritor con personalidad propia siempre tendrá mayores perspectivas de éxito. Por eso es tan importante cultivar y plasmar esa personalidad que define perfectamente la imagen del autor y que es el sello distintivo de cada uno en sus obras y en sus opiniones.