Era la oportunidad de DC/Warner de enterrar los demonios del pasado y por fin hacerle frente a un Marvel que es cada vez más difícil, ya no tanto derrotar, más bien igualar. Para nada es secreto que detesto lo hecho por Zac Snyder, por eso no guarde ilusiones con su Batman vSuperman, y mejor preferí enfocarme en un ‘Escuadrón Suicida’ que me ofrecía contenido, personajes, emoción, acción, romper paradigmas (frase muy corrosiva de los políticos). ¡Jajajajajajaja! ¡Que iluso!¡Que estúpido! Caí redondito en la farsa montada por un aparato de mercadotecnia que se volvió de lo mejor que tuvo la película.
A estas alturas del juego, con una década de recorrido desde su renacimiento, DC/Warner está más perdido que los náufragos de ‘Lost’. Los críticos tienen razón de quejarse y apalear un producto que se ve fue ensamblado con las patas. Podrán engañar a la audiencia con un bonito empaquetado, moños de colores y sonidos que marean, pero este filme no funciona. Yo me lamento como si fuera Obi-Wan Kenobi, reclamando la salvación de un decadente universo Marvel, y que simplemente no veo que quieran, o puedan.
Christopher Nolan hizo bien en irse de las garras del mundo del comic. Se ve claramente como los ejecutivos de los grandes estudios son los que ahora hacen las películas. Otra vez me lamento del maltrato de un director de cine al que le fue masacrada su visión. David Ayer no formará parte de la élite, pero tampoco es capaz de hacer chingaderas. Dentro de eso que se hace pasar por filme, se ven trozos de su trabajo y es lo que salva por poco de ser una catástrofe.
Ayer es un director especialista en crear un ambiente de compañerismo entre su elenco. Su experiencias de vida en la Armada le ayudan a tener un visión que ve plasmada en una filmografía plagada de películas de guerra, policías y grupos tácticos. Entonces no me extraña un sonriente Will Smith disfrutando de su trabajo al repartir disparos, o una Harley Quinn (Margot Robbie) coqueta que menea caderas a sus compañeros, o las conversaciones entre compañeros en medio de la batalla. Todo eso es forma parte del ADN del director y me lo esperaba.
Pero por más que quiera defender a David Ayer, el libreto que también es de su autoría, lo marca como un individuo incapaz de producir una película de superhéroes. La estructura de la trama en donde 1/3 parte es dedicada a la introducción de cada uno de los miembros del escuadrón (lo cual se le adjudica a los ejecutivos), logra involucrarnos en sus conflictos interpersonales, para luego desperdiciarlo en una misión para salvar al mundo de la bruja vudoo de Piratas del Caribe.
Da pena que teniendo tanto a su disposición cometan el mismo error de todos de imponer uno de los villanos más patéticos en años. ¡Por Dios! Te desgastas en el regreso del Guazón, por lo menos utilízalo más de cinco minutos y no me lo segregues a un cameo. El imponer a la bruja Enchantress (Cara Delevingne) como el eje del conflicto destructor del mundo resulta patético. Nada de lo que nos propone conecta, y mucho menos su romance con Rick Flag (Joel Kinnaman). Es tan asqueroso que en un punto llega a menearse como burro en camión con tal de que Disney no los demande.
El director falla tremendamente con los elementos de fantasía que contrastan con las historias de vida del escuadrón. Es como si fueran parte de otra película y nunca se logra equilibrar la violencia realista que a ratos se presenta, con los seres místicos que se dedican a colectar basura para la creación de un arma de destrucción masiva. Inclusive va en contra de las películas de Zack Snyder que ante todo su universo mantiene el control de los elementos fantásticos. Entiendo que quisieron ampliar sus herramientas, pero no les salió y esto termina mal.
Lo deplorable es el desperdicio de buenos actores en una mala película. Son ellos lo salvavidas de un producto que como a su villana se dedica a clavarte una daga en el corazón. Nadie como el carisma de Will Smith para entretenerte con la historia trillada del padre que hace todo por su hija, o la multipremiada Viola Davis canalizando a la” come vivos escupe muertos” de Amanda Waller. Ni que se diga de lo que pudo ser de Jared Leto con su interpretación del Guazón, si le hubieran ofrecido mejor material y tiempo. Me da coraje que teniendo el talento y los recursos se llegue a un producto que solo un seudo-fanático pueda amar y que lo defienda ante cualquier argumento razonable.
‘Escuadrón Suicida’ prometía ser algo diferente, pero después del fracaso de Batman vSuperman, los ejecutivos se dedicaron a realizar ajustes, no entendieron la lección y destruyeron lo poco de la identidad que podía proveer DC Comics, para imitar la fórmula desgastada de Marvel con un bastardo nacido de la relación de Thor y Guardianes de la Galaxia. Es sorprendente que a la hora de la verdad, esos villanos hayan encontrado el camino de la redención, que sean individuos capaces de hacernos reír con sus charlas y sentir hasta aprecio. ¡Por favor! ¿Dónde quedaron esas agallas por ser diferente a Marvel? ¿Esa seriedad que contrastaba con las niñerías del bando contrario? Por lo visto, tendré que seguir esperando.