Escucha a los que saben: frases de ciclistas

A veces escuchar a quienes más saben de esto nos puede ayudar a entender mejor nuestra propia pasión por la bicicleta. En otras ocasiones, simplemente, podemos vernos reflejados en sus palabras, o disentir de ellas, o hacernos esbozar una sonrisa. De una forma u otra siempre, siempre, es muy interesante escuchar algunas de estas frases y anotarlas en nuestra agenda...

Mi única aspiración en la vida es demostrar que puedo tener algo de razón aun estando completamente equivocado.

Que Jacques Anquetil es uno de los mejores ciclistas de todos los tiempos nos lo dicen sus cinco tours de Francia o sus dos Giros de Italia. Que además era un bon vivant y un hombre que sabía sacarle todo el juego a la vida nos lo cuenta su biografía, tan intensa e interesante como su propia carrera ciclista. Pero que además era un genio, un visionario, una persona de pensamientos profundos y extremadamente intensos nos lo dice esta frase, en la que Jacques presenta su voluntad de no rendirse ante nada, ni ante nadie. Ese era su camino y es el que recorrió, a su forma, hasta el último día de su vida.

Un campeón entra siempre solo en la Casse Desserte

Louison Bobet era un gran campeón, un ciclista consciente de sus responsabilidades como capo del pelotón, de su trascendencia a la hora de pasar a los libros de Historia. Louison Bobet gustaba de golpes de teatro, de momentos efectistas sin más interés que el de trascender. Y eso es precisamente lo que separa al gran campeón del ciclista mítico, de la leyenda. La absoluta certeza de que está escribiendo una línea más en la bella estampa de gestas que es el ciclismo. Bobet lo entendió y lo aplicó mejor que nadie antes y después que él...o a la altura de los más grandes...

Levantarte a las seis de la mañana es duro, pero subiendo un puerto de primera también se sufre. Hay que entrenar la agonía.

Toda una declaración de intenciones sobre la certeza del sufrimiento y la forma de entrenarlo por parte de uno de los corredores más duros de todos los tiempos, el gitano Roger de Vlaeminck. Y es que este enorme corredor, uno de los tres en ganar los cinco monumentos del ciclismo en toda la historia (los otros son Merckx y Van Looy) durante la pretemporada entrenaba casi de madrugada, durmiendo pocas horas para acostumbrar a su cuerpo a la sensación de fatiga que tan usual le iba a ser durante la temporada. Un entrenamiento que hoy cualquier experto en medicina deportiva desaconsejaría, pero que nos hace ver cómo se la gastaba este ciclista, cuya obsesión absoluta era intentar penetrar lo máximo posible en el mundo de la agonía para luego moverse en él como pez en el agua durante las grandes carreras que afrontaba,

No creo que sea egoísta, puesto que puedo medir el egoísmo de los demás

El ciclista irlandés Stephen roche siempre tuvo fama de ser uno de los más inteligentes del pelotón, y esta frase así parece demostrarlo. Y es que hay que ser muy ingenioso para poder crearla...pero ojo, porque también tiene una parte negativa. Y es que Roche ha sido considerado también como uno de los ciclistas más egoístas de los años ochenta, un auténtico hombre libre que siempre miraba por sus intereses primero. Por eso la moraleja de la frase es que, quizás, nunca debes fiarte del todo de un campeón, por amable que pueda parecer.