Escucha a tu cuerpo

Publicado el 24 abril 2015 por Maria @mvillalba_
Descansar es tan importante como mantenerse activo y puede decirse que forma parte del entrenamiento y digo lo mismo con calentar o estirar bien. Lo estoy viviendo ahora mismo. En este post ya conté que tenía una pequeña molestia en la parte posterior de la rodilla izquierda pero que podía seguir corriendo sin problema. Error enorme... he seguido y seguido... hasta que ha llegado un momento que mi pierna petó. Y no solo por correr, se ha sumado todo, entre trabajar, estudiar, entrenar, los fines de semana fuera y que me cuesta estar quieta, al final no ha habido tiempo para descansar. 

Hace ya tres semanas que tuve que dejar de correr, ir al fisio y estar de reposo (suerte que para nadar y bici -con cuidado- no me duele), pero cada vez que estoy en casa el hielo se ha convertido en mi mejor aliado. A ello, se han sumado los antiinflamatorios, masajes, pierna en alto y estiramientos para curar lo que finalmente ha resultado ser una tendinitis: inflamación de los tendones debidas principalmente a un sobreesfuerzo. 
Se me ha hecho muy duro no poder correr, y eterno, pero me he dado cuenta que hay que escuchar al cuerpo. Me ha pasado una cosa muy curiosa: me había apuntado el pasado 18 de abril a una carrera que quería correr sí o sí, a pesar de que el fisio me dijo que no. Tres días antes me visitaron unas anginas que definitivamente me prohibieron correr y aquí estoy ahora dándoles las gracias porque sino hoy seguramente no hubiera podido volver a calzarme las zapatillas sin sentir el dolor que me ha estado acompañando durante casi dos meses. Creo que por fin puedo decir que la tendinitis está remitiendo (he corrido dos km a paso de casi 6 sin notar molestia) y ahora quiero ir aumentando progresivamente hasta asegurarme de que no va a volver. 
¿Por qué me ha salido? No lo sé, pero ha sido corriendo. Quizá por calentar o estirar mal, por correr más de lo que puedo o simplemente por creerme Bolt, pero a partir de ahora voy a dedicar un poco más de tiempo a escuchar al cuerpo, mimar el calentamiento y los estiramientos post entreno y en definitiva a disfrutar aunque el proceso de mejorar sea más lento. ¿Os ha pasado a vosotros?