Ser mamá es difícil, y solemos cometer muchos errores, sin embargo, siempre se puede modificar lo que sea necesario con tal de hacer un bien a los hijos y a nosotras mismas. A continuación te enlisto 5 puntos que ayudan a desarrollar en los peques una buena relación con sus necesidades alimenticias – y otras- y sus emociones
- Si es bebé, ellos usan el llanto para expresarse. Trata de no aplazar la atención a su llanto. No falta quien te diga que es malcriarlo, te aseguro que no, sobre todo si se trata de una necesidad fisiológica. De lo contrario aprenderá que el mundo es un lugar inseguro donde no puede confiar.
- Si ya habla un poco y se queja de hambre en un lugar público, no lo regañes, sino hay forma de atender simplemente dícelo pero sin usar adjetivos como “necio, tonto, etc.” basta con decir no se puede en este momento. De lo contrario, aprenderá que sus necesidades no son importantes, es bueno aprender a ser tolerantes a la frustración y saber que no todo se puede conseguir, pero lo podemos lograr orientando y no reprimiendo.
- No lo compares con otros sobre su peso o figura corporal. Si estás preocupado por su peso, busca apoyo profesional sin reproches y culpas. Trata de recordar si alguna vez te hicieron sentir mal con alguna comparación y será más fácil encontrar una motivación distinta.
- No prohíbas alimentos, eso resulta contraproducente tanto para niños como adultos, mejor ofrecer variedad sana, con una buena dosis de ejercicio equilibrada.
- No lo premies o castigues con comida, por ejemplo: “si sacas 10 te llevaré a comer pizzas” “ no cenas si no te salen las multiplicaciones”
Obviamente hay muchas formas de apoyar a los hijos, dándole límites y normas como es debido, pero con el equilibrio sano de separar las conductas a corregir de su personalidad y forma de ser.
Feliz día del niño
Hasta la próxima.