A medida que avanza la sociedad avanzan también las tecnologías, y con ellas la música. Pero lo que tendría que ser un sano placer a veces se convierte en un daño para el cuerpo humano, como es el caso de escuchar música muy alta.
El último estudio de la Universidad de Munster (Alemania), ha arrojado preocupantes datos sobre este hecho: la escucha de música a un volumen alto de forma continua puede ocasionar daños al cerebro.
Henning Teismann ha sido el psicólogo encargado de la investigación, en la que se ha tomado como muestra a 13 personas jóvenes, de 20 a 30 años de edad, de las cuales algunas llevaban años escuchando música a niveles muy altos.
Concretamente, lo que se ha medido en el estudio ha sido la actividad neuronal del córtex auditivo, observando así que algunos sujetos (aquellos a que más nivel de ruido se veían sometidos) presentaban daños en esa región.
Estos deterioros se traducían en una cierta dificultad para identificar sonidos con ruido de fondo y para seguir una conversación a un volumen bajo o medio.
Teismann declara que “estos déficits pueden solucionarse temporalmente si el afectado presta mucha atención al escuchar, aunque no obstante este tipo de método no se puede usar de forma indefinida”.
Y lo peor es que, de acuerdo a los científicos, hechos como este son sólo algunos de los primeros síntomas que podrían mostrar personas que escuchan música muy alta, ya que podrían surgir nuevos trastornos a medio y largo plazo.
Este descubrimiento no sorprende a los especialistas en materia auditiva, dado que los daños producidos por la exposición a ruidos muy elevados se avalan por anteriores estudios, como uno de la Universidad de Friburgo del 2009 que determinó que escuchar música con auriculares puede dañar seriamente al sistema auditivo a partir de 85 decibelios.