El pasado domingo compre el periódico para leerlo sin prisa, otro pequeño placer en vacaciones y leí esas cartas y opiniones que envía la gente, algo que casi nunca suelo leer, no se porque la opinión de los demás es bien sabia. Una carta se titulaba: “Abuelos”, una reflexión que me pareció de lo más interesante y que quiero compartir con vosotros, porque enfermería está en continuo contacto con ellos y a veces por excesiva carga laboral no podemos escucharlos todo lo que deberíamos, una pena, porque sus historias ya nadie podía contarlas. Con permiso de Marta Arolas de Valencia quiero compartir su reflexión, que sin duda os emocionara y estoy segura de que a partir de ahora escucharemos más a nuestros mayores, fuente de sabiduría de esa que ya no queda.
Fuente: Google Imágenes
ABUELOS
Ser abuelo,tarde o temprano, nos va a tocar a todos. Dándole vueltas a esto he llegado a una conclusión inquietante: desaparece una generación única. La de los supervivientes a la Guerra Civil y, aun peor, como dicen, de la posguerra. Son estos que te cuentan historias soporíferas sobre sus penurias, pero que son historias que desaparecerán con ellos.
¿Por que es inquietante? Ley de vida, ¿no? Para mi, si, porque de esa desgraciada época se refuerzan valores básicos y principios necesarios tanto en una posguerra como en pleno siglo XXI: el sacrificio, la humildad, el poquet a poquet, la familia como pilar fundamental, la supervivencia, el sufrimiento…No saben de nuevas tecnologías, ni de la globalizacion, pero si como nadie del poder y la avaricia de quienes los dirigen.
Me dirijo a vosotros, hijos y nietos de abuelos, para recordaros que, aunque ellos se vayan nos queda lo más importante: lo que hemos escuchado de ellos. Estoy segura de que en vuestras mentes aparecen cientos de consejos y sermones insoportables. Escucharlos: ya nadie os podrá contar esas experiencias, porque nadie lo ha vivido ni entiende ya esos principios como ellos.
Llevo un tiempo visitando a mi abuela, siempre con mis problemas y conflictos, y siempre salgo de ahí pensando en lo idiota que soy, en lo que debo madurar y, por supuesto, con la barriga llena. Vamos a crear y a disfrutar esta nueva España en la que pese a todo, confió. Si ellos pudieron salir de aquella situación, nosotros también.
Adios, gran generación, os llevaremos en cuerpo y alma.
Marta Arolas. Valencia
GRACIAS MARTA por esta carta de reflexión, escuchemos a nuestros mayores, lo que ellos tienen que contarnos ya nadie mas podrá hacerlo. Y ahora os dejo con este simpático video, los niños son los que mas escuchan y enseñan a sus abuelos.