Me envuelvo hoy día y ato a mi una fuerza poderosa: la invocación de la Trinidad, la fe en las Tres Personas, la confesión de la unidad del Creador del universo.
Me envuelvo hoy día y ato a mí la fuerza de Cristo, con su bautismo, la fuerza de la crucifixión y entierro. La fuerza de su vuelta para el inicio de la ete…rnidad.
Me envuelvo hoy día y ato a mí la fuerza del amor de los querubines, la obediencia de los ángeles, el servicio de los Arcángeles, la esperanza de la Resurrección para el premio. Las oraciones de los Patriarcas, las predicciones de los profetas, las predicaciones de los apóstoles, la fe de los mártires, la inocencia de los Santas Vírgenes, las buenas obras de los confesores.
Me envuelvo hoy día y ato a mi el poder del cielo, la luz del sol, el brillo de la luna, el resplandor del fuego, la velocidad del rayo, la rapidez del viento, la profundidad del mar, la dureza de la tierra, la solidez de la roca.
Me envuelvo hoy día y ato a mi fuerza de Dios para orientarme. La sabiduría de Dios para guiarme. Los ojos de Dios para prevenirme. El oído de Dios para escucharme. La palabra de Dios para apoyarme. La mano de Dios para recibir mis pasos. El escudo de Dios para protegerme. Los ejércitos de Dios para darme seguridad: contra las trampas de los demonios, contra las inclinaciones de la naturaleza, contra los que desean el mal de lejos y de cerca estando yo solo o en la multitud.
Convoco hoy día todas las fuerzas poderosas, que están entre mi y estos males. Contra la encarnación de los falsos profetas. Contra las leyes negras del paganismo. Contra las leyes falsas de los herejes. Contra la astucia de la idolatría, contra los conjuros de las brujas, brujos y magos. Contra la curiosidad que daña el cuerpo y el alma del hombre.
Invoco a Cristo que me proteja hoy día, contra el veneno, el ahogo, las heridas, para que pueda yo alcanzar abundancia de premio.
Cristo conmigo, Cristo delante, Cristo detrás de mi, Cristo en mi, Cristo bajo mi, Cristo sobre mi, Cristo a mi derecha, Cristo a mi izquierda, Cristo en la anchura, Cristo en la longitud, Cristo en la altura, Cristo en el corazón de todo hombre que piensa en mi. Cristo en la boca de todos los que hablan de mí. Cristo en el ojo que me ve. Cristo en todo oído que me escucha.
Me envuelvo hoy día y ato a mí la fuerza poderosa: la invocación de la trinidad, la fe en las tres personas, la confesión de la unidad del Creador del universo. Del Señor en la Salvación, del Señor es la Salvación. De Cristo es la Salvación.
Tu salvación, Señor, este siempre con nosotros”.
AMEN.
ASI SEA. ASI ES.
Puedes leer su historia en : http://www.corazones.org/santos/patricio.htm