Revista Coaching

Escuelas de Padres (I) Hijos poco maduros e infantiles

Por Psipositivo @Psi_Positivo

Antoni Martinez psicologia en positivo

 Durante los últimos 7 años he colaborado en diferentes iniciativas que mejoran la labor de padres y madres como educadores, como por ejemplo la Escuela de Padres del Ayuntamiento de Valencia, la asociación Nova Prevenció o la Escuela de Padres con Talento. En las próximas dos publicaciones quiero compartir con vosotros algunas de las preguntas y respyestas más frecuentes que los padres y madres se plantean. Comenzamos con el tema de hijos y hijas a los que les cuesta crecer y madurar:

 

¿Qué hacer cuando tu hijo/a adolescente es muy infantil y no madura? ¿Se le puede estimular para que madure? ¿repercute en sus estudios?

 

Estimados amigos,

Esta es una pregunta importante, que preocupa a muchos padres y madres. En primer lugar, debemos tener claro que no todas las personas maduran al mismo ritmo ni con la misma velocidad, depende de muchos factores como la propia personalidad, el ambiente externo o el ejemplo de los propios padres. Hay diferencias individuales. A veces cuesta más, pero pensemos cuando, físicamente, se pega “el estirón”… Con la personalidad es parecido, pero en este caso debemos estar pendiente que nuestro hijo o hija no se quede estancado en alguna fase.

Dicho esto, plantearía una pregunta clave:

¿En el hogar el adolescente (y antes de serlo) ha tenido la posibilidad de madurar? ¿Se la hemos dado?

Me explico. Por ejemplo, no se nos ocurriría pensar que un chico o chica de 10 años no pueda hacerse la cama sólo. Obviamente dispone desde hace mucho de las habilidades para ello, especialmente si cuando era más pequeño le hemos enseñado a hacerlo. Pensemos ahora en un adolescente. ¿Está capacitado para ayudar en algunas tareas del hogar? Sí. ¿Está capacitado para acudir regularmente a su centro de enseñanza y seguir aprendiendo? Sí. ¿Puede desarrollar hobbies y aficiones sanas que, además de gozar con ello, le permita seguir socializándose y desarrollar habilidades? ¡Claro que sí!

Tras ello, nos planteamos otra pregunta: ¿Le dejamos que se responsabilice de aquellas cosas en que puede hacerse responsable? Debemos respondernos a nosotros mismos de manera sincera. Por otro lado, me podéis decir que no sólo es dejar que tomen las riendas de su vida, si no que lo acepten y no se hagan los remolones, muy cierto. Para ello debemos de utilizar el rol que nos corresponde como padres o madres y actuar desde la firmeza, pero siempre con respeto. Utilizar la autoridad no significa imponer cosas sin una explicación adecuada, “por que lo digo yo”

Respecto a si esto puede repercutir o no en sus estudios, esta área es un ejemplo de responsabilización personal, por lo que decíamos antes. Los padres podemos y debemos ayudar en lo que podamos, pero debe de quedar claro que las obligaciones escolares son responsabilidad suya. Nosotros escucharemos, apoyaremos, aconsejaremos y todo lo que podamos hacer lo haremos… pero es su futuro y su responsabilidad última. Debemos de hacerle interiorizar que de sólo de él o ella depende su futuro y de qué vaya haciendo en ese camino llamado vida.

 


Estimats amics,

Esta es una pregunta important, que preocupa a molts pares i mares. En primer lloc, tenim que tenir clar que no totes les persones maduren ni al mateix ritme ni a la mateixa velocitat, depen de molts factors com la propia personalitat, l’ambient extern o l’exemple dels mateixos pares. Hi han diferències individuals. De vegades costa més, però pensum quan, físicamente, es pega “l’estiró”… Amb la personalitat es paregut, però cal romandre atents de que el nostre fill o filla es quede parat a alguna fase.

Dit  aixó, plantejaria una pregunta clau:

 

A la llar l’adolescent (i abans encara de ser-ho) ha tingut la possibilitat de madurar? Li la hem donada?

M’explique. Per exemple, no s’ens ocorriria pensar que un xic o una xiqueta de 10 anys no puga fer-se el llit a soles. Obviament desposa des de fa molt de temps de les habilitats per a aixó, especialment si quan era més menut o menuda li hem mostrat com fer-ho. Pensem ara a aun adolescente. Es troba capacitat per a ajudar en algunes tasques de la llar? Si. Es troba capacitat per a anar regularmente al seu centre d’ensenyança i contiuar aprenent? Si. Pot desenvolupar hobbies i aficions sanes que a més de fer-li gaudir, li permeteisca segui socialitzant-se i desenvolupar activitats? Es clar que si!

Doncs ens plantejem una altra pregunta. Li deixem que es responsabilitze d’eixes coses de les que es pot fer responsable? Cal que ens respongam a nosaltres mateixos de manera sincera. D’altra banda, me podeu dir que no a soles es deixar que prenguen el control de la seua vida, si no que també l’accepten i que no remolejen, ben cert. Per a aixó tenim que utilitzar el rol que ens correspon com a pares o mares i actuar des de la fermesa, però sempre amb respecte. Urilitzar l’autoritat no implica imposar coses sense explicación,” perque jo ho dic”.

En relació a si aixó pot repercutir o no als seus estudis, aquesta àrea es un exemple de responsabilització personal, pel que deiem abans. Els pares podem i debem ajudar al que pugam, però deu quedar clar que les obligacions escolars son responsabilitat seua. Nosaltres escoltarem, recolçarem, acosellarem i tot el que pugam fer el farem però… es el seu futur i la seua responsabilitat, finalment. Cal que El fem interioritzar que a soles d’ell o d’ella depen el seu futur i del que va fent a aquest camí anomenat vida.

 

Antoni Martinez. Psicología en Positivo.

 


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