El Vitra Campus tiene un nuevo inquilino: la torre-tobogán Vitra Slide Tower de Carsten Höller, una nueva obra que amplía el Vitra Campus en Weil am Rhein. Con un llamativo reloj en su cénit, no se trata de una edificación en el sentido clásico, sino de un mirador con tobogán y, a la vez, una obra que permite experimentar el arte por uno mismo y de una forma nueva y diferente.
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La Torre Tobogán Vitra, de 30,7 metros de altura, es obra del artista alemán Carsten Höller supone, desde el pasado mes de junio, la nueva y última atracción del Vitra Campus en Weil am Rhein (Alemania). El camino que conduce desde VitraHaus a esta instalación fue creado por Álvaro Siza como un pasaje con episodios arquitectónicos y nuevos espacios paisajísticos.Vitra Slide Tower sirve como apoyo al recorrido del Campus, pero se erige como un elemento independiente por sí mismo. El deseo de Vitra era desarrollar, junto con un artista contemporáneo, una obra que se integrase en el plano general del campus, que estuviera a la par de la sólida arquitectura del lugar y que no se encerrarse en sí misma, sino que aportase a los visitantes un incentivo para experimentar, independientemente de su afinidad al arte. El intercambio entre Rolf Fehlbaum, el presidente emérito de Vitra, y su asesora Theodora Vischer, reconocida experta en arte moderno, derivó en la elección de Carsten Höller.Los toboganes constituyen un elemento específico del trabajo de Höller. “Un tobogán es una escultura con un aspecto totalmente pragmático, una escultura en la que se puede viajar. Sin embargo, sería un malentendido pretender que hay que descender por el tobogán para que el todo tenga sentido: contemplar la obra desde el exterior es una experiencia diferente, pero de igual valor, similar a como si se contemplase la columna infinita de Constantin Brancusis de 1938”, remarca Höller.La Slide Tower está compuesta por tres apoyos de acero inclinados convergentes, en cuya intersección se ha acoplado un reloj giratorio con un diámetro de seis metros. La torre es accesible a través de una escalera de dos tramos con rellanos, practicada en la vertical, y ajustada a los pilares inclinados. A 17 metros de altura se encuentra el mirador, con vistas a todo el recinto aledaño del Campus y a los terrenos que lo rodean. Esta plataforma es además el punto de inicio del tobogán de tubos curvos de 38 metros de longitud.El reloj, por su parte, con un diámetro de 6 metros, se colocó en el punto de encuentro de los soportes inclinados. Se puede ver desde gran distancia y está iluminado por la noche. Este original elemento gira sobre su propio eje, hace del tiempo un tema en sí mismo, aunque no sirve para leer la hora de una forma estricta: carece de números y no queda claro si la raya de las horas representa las doce en la vertical superior o si las marca aquella que se encuentra en la continuación de los ángulos de los soportes. Cada doce horas, las manecillas crean durante un breve momento el logotipo de Vitra.Más sobre el Vitra Campus
La ejecución de la Vitra Slide Tower es un paso más en el desarrollo que Vitra Campus ha experimentando en sus 30 años de existencia. El inicio de la apertura al público del recinto de producción lo marcó la escultura Balancing Tools de Claes Oldenburg y Coosje van Bruggen en 1984. Después siguieron el Vitra Design Museum, de Frank Gehry (1989); el pabellón de conferencias, de Tadao Ando (1993), y en 2010 VitraHaus, de Herzog & de Meuron. La Vitra Slide Tower y la nueva Álvaro-Siza-Promenade suponen una continuación de la apertura al público del recinto y ofrecen a los visitantes una nueva experiencia. Al mismo tiempo, la torre sirve para la nueva orientación topográfica del campus. En breve, la antigua estación de bomberos, la Fire Station de Zaha Hadid, también tendrá acceso al público.
Puedes ver el plano de los edificios del Vitra Campus aquí.