Ese pobre sindicalista millonario

Harto, muy harto, hartísimo estoy de tener que repetirme cada vez que aparece un nuevo escándalo económico y de corrupción. Pero de los centenares, o puede que ya sean más de un millar, de casos que llegan a ser destapados ante la opinión pública los que más me duelen, o mejor dicho los que más asco me dan, son los que afectan a las aparentemente humildes personas que un buen día entraron en la política o en el sindicalismo para supuestamente defender a los trabajadores, a las personas menos favorecidas y la igualdad de clases.

¿Cómo puede alguien defender la igualdad, reclamar justicia social y luchar codo con codo con el proletariado dada su condición de igual para luego aprovecharse de su posición, buscando el enriquecimiento personal y sin importarle los más mínimo defraudar a todos aquellos que confiaron en él y de paso al fisco? Pues supongo siendo una persona de muy baja catadura moral y a base de mentir a todos, incluido a si mismo.

Ese probablemente sea el caso del histórico sindicalista asturiano de UGT –un caso más para el sindicato socialista- José Ángel Fernández Villa. Fernández Villa siempre había sido un referente en la lucha obrera, principalmente en el sector de la minería asturiana. Los diversos medios de comunicación que estos días hablan de quién fuera diputado autonómico por el PSOE durante veintitrés años, senador por Asturias y Secretario General del sindicato minero SOMA-UGT durante treinta y cuatro años, se refieren a él como un hombre de fuertes ideales, extremadamente combativo y aparentemente íntegro. ¿Pero dónde está la integridad de quien se ha hecho público que legalizó con la amnistía fiscal del año 2012 la elevada cifra de 1,4 millones de euros de incierta procedencia?

Como las cosas pueden tener diverso color dependiendo del prisma con el que se miren para la prensa de la rancia derecha española Fernández Villa cometió todo tipo de delitos económicos (cobro de mordidas, abultadas comisiones por interceder para incrementar los cupos de las cuotas de carbón a extraer, etc.) abusando del cargo que ocupaba. Pero lo cierto es que a pesar de estar todo en manos de la fiscalía anticorrupción, que se está encargando de investigar la procedencia real del dinero, nadie sabe a ciencia cierta cual es la procedencia de tan abultada cantidad de dinero. Por lo que lo único cierto es que este señor hablaba de lucha obrera e igualdad de clases cuando él hacía tiempo que había dejado de ser un proletario más, gracias a haberse enriquecido por ocupar una privilegiada posición en UGT y en el PSOE.

Un nuevo y nauseabundo caso que acabe como acabe a quien más perjudicará será al sindicalismo y a los trabajadores de este país. Y encima les damos carnaza a la derecha más extremista para tapar sus escándalos y poder desprestigiar a los sindicatos y a la lucha obrera.

MSNoferini