Ese sentimiento extraño llamado AMISTAD

No tengo muchos amigos, pero sí muy buenos amigos. Han demostrado serlo cuando ha sido necesario. Siguen ahí, a mucha distancia física pero a unos centímetros de mí cada vez que los necesito. Hoy, esta entrada, va por vosotros.

Mis circunstancias personales han hecho que no pudiera conservar amistades antiguas. Confieso sentir envidia sana cada vez que escucho hablar de amigos de la infancia o de reencuentros de viejas amistades con los que, a pesar de haber transcurrido media vida, nada ha cambiado. Mantener esa relación de amistad desde los primeros años de tu vida o juventud es para mí un tema pendiente. Cambios de domicilio entre diferentes provincias, crecimiento personal por caminos distintos, los intereses personales cambian con el tiempo… un sin fin de excusas que hicieron con mi vida un “vuelta a empezar” en demasiadas ocasiones. Pero hoy en día, tengo en mi vida y en mi círculo social a todo el que quiero tener. El que no está es porque se quedó atrás y, si se quedó atrás, alguna razón habría para ello. Hoy por hoy, vosotros, los que probablemente leéis estas entradas con asiduidad, sois mi pequeña familia en la distancia.Sólo quería agradeceros el estar ahí, con vuestros mensajes, con vuestras bromas, con vuestros comentarios, con vuestro apoyo cuando intuís que la tristeza se hace dueña de mi rutina (como sabéis que a veces me pasa). Gracias por existir.Curiosamente la distancia solo ha hecho más fuerte mi amistad con vosotros. Os siento muy cerca. Os tengo mucho cariño. Gracias a mi amiga Inma, mi gran apoyo, mi psicóloga particular. Sin palabras. Gracias a mis Sonias, a Susana (zamorana), ángeles con tu templanza y saber estar, mis alicantinas favoritas… amigas encontradas con las que compartir estupendas barbacoas (los kebabs tenemos que probarlos ehhh), gracias a Ángel por tanto cariño, gracias a Sergio, mi amigo del otro lado del charco y con el que he perdido contacto por culpa de Apalabrados… (no me funciona) (intuyo que sigues leyéndome), gracias a mis compañeras de oficina con las que tanto comparto, gracias también a mis amigos que no pueden leerme en Blogger pero me leen en el corazón, Anna P. y Elvira y MA.Si tan solo supiérais lo mucho que significa para mí compartir con todos vosotros pequeños pedacitos de mi vida…Gracias por formar parte de mi pequeño rincón en este mundo.Y ahora… que quien lo desee se ría por el ridículo y quien desee que llore por vergüenza. Yo hoy me voy a dormir un poquito más feliz.

Buenas noches.