Revista Conciertos
ELECTRIC SIX + ORNAMENTO Y DELITO
Acapulco, Gijón.
Martes, 23 de noviembre de 2010.
De lo más oscuro a la extrema luminosidad. De la agria visión de «Ornamento y Delito» a la desaforada fiesta de los estadounidenses «Electric Six». Entre ambos grupos existe un abismo para el público más fiestero que había acudido a la llamada de Dick Valentine (Tyler Spencer para los inspectores de Hacienda).
No era, pues, una noche para sumergirse en la oscuridad guitarrera, en la ironía más corrosiva herencia de bandas como «Derribos Arias», «Polanski y el Ardor» o «Patrullero Mancuso», en canciones que retratan y diseccionan la realidad circundante con ojo clínico y procaz. No, ante un público deseoso de hedonismo a mansalva, de baile desaforado como anticipo de un amanecer en compañía ocasional, lo del cuarteto afincado en Madrid era una bofetada a ignorar. Comenzaron con la discreción de «La policía» en un imparable crescendo a dos intensas guitarras que terminó en la apoteosis de la esencial «Madrid», una de las grandes canciones del año.
Conscientes de que era su día, los de Detroit abrieron fuego con buenas dosis de funk y soul de los tiempos del sonido disco Filadelfia, hasta que un problema en uno de los «amplis» dejó a Valentine y su teclista solos frente al mundo. Pasado el trago -que duró más de lo deseable- la coctelera del sexteto volvió a agitarse con inusitada fuerza de la mano de ese maestro de ceremonias creado para contagiar a un público enfervorizado. «Electric Six» armaron el taco sin contemplaciones para que las luces de la noche brillaran para muchos y muchas, en un amanecer donde lo último que se recordará será la resaca.
Como ellos mismos cantan: «It's showtime».
MANOLO D. ABAD Publicado en el diario "La Nueva España" el jueves 25 de noviembre de 2010 http://www.lne.es/tv-espectaculos/2010/11/25/ejemplares-esencia-claroscuros/999193.html