No sabemos si os ha pasado estar viendo imágenes de decoración y de repente exclamar emocionadas ¡eso lo tengo yo! Pues a nosotras sí y, aunque suene tonto, hace mucha ilusión. Por eso, hemos recopilado unas cuantas cosas, más o menos exactas, que han conseguido crear un vínculo entre nuestros hogares y otros que quizás estén en la otra punta del globo (¡qué emocionante!).
Esta familia debió pensar lo mismo que una de las nuestras, que con lo que había costado montar el "bicho" y lo bonito que había quedado, valía la pena decorar con él. Así que, ni cortos ni perezosos, unos colocaron el rinoceronte en la mesita de noche y los otros el dinosaurio en el aparador del comedor.
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Con el cojín sobran las palabras...
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De muy lejos vienen estas cestas de mimbres con detalles tejidos en múltiples colores, de México para ser más exactos (¡Ay, ese viaje de novios...!).
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Laura Ashley nos conquistó con este papel de pequeñas flores en tono fresa, a esta familia de la campiña inglesa y a una de nosotras . Dos estilos decorativos diferentes para un mismo empapelado.
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Contadnos, ¿habéis exclamado ¡eso lo tengo yo! alguna vez?