- Cuando se trabaja en la planificación del Marketing de la empresa el BI es básico para comprender que tipo de marketing mix generará los objetivos buscados.
- Si se necesita ir más allá de los datos sociodemográficos más elementales, en especial cuando tenemos que trabajar con elementos como el poder de compra de los potenciales clientes o a la hora de realizar el "scoring" del riesgo de los mismos.
- Algo muy habitual hoy en día, hay que recortar las inversiones en Marketing a mitad de ejercicio y, por lo tanto, incorporar el efecto de dichos recortes al control del presupuesto, algo que puede ser una auténtica pesadilla.
- En relación con lo anterior, el BI puede ser el soporte de los KPIs que permitan defender dicho presupuesto ante las instancias decisoras de la empresa.
- Es necesario tener muy claro como gestionar el número de ofertas que cada cliente recibe en un periodo determinado, el BI facilita esta tarea que para un CRM es realmente engorrosa.
- Controlar que perfiles de consumidores son más receptivos a determinada campaña, en general el BI es decisivo para el esfuerzo de maximizar los resultados de las campañas en general y por sus distintos segmentos.
- Vigilar el desempeño de los distintos canales mediante los cuales la empresa vende sus productos.
Está claro que utilizo el concepto de BI de un modo amplio y que, por el momento, las matemáticas y la tecnología asociada, tienen ciertas limitaciones a la hora de verificar completamente el impacto de una campaña incluso en el mundo on-line, pero vivimos tiempos en los que nos aproximamos al momento en que desterremos al olvido la famosa frase atribuida a uno de los padres del Marketing, John Wanamaker:
"La mitad del dinero que invierto en publicidad se desperdicia, el problema es que no se que mitad".