Revista Medio Ambiente
Con menos de 2 cm de longitud, el pequeño alevín de salmón descansa entre las piedras del nido donde ha nacido hace poco más de una semana. Todavía no se ha desarrollado completamente, sus aletas aun son muy pequeñas y la bolsa del vitelo que le sirve de despensa es demasiado grande. Sólo destacan sus ojos negros, enormes en proporción al tamaño de su cabeza. A pesar de todo, no puede ver bien y le molesta la luz, prefiere esconderse entre la grava y esperar a que pase el tiempo.
NOTA: haced click en la foto para ampliar