Que la NBC está fatal lo sabemos todos. Que Chuck ha marcado sus peores datos durante esta temporada, también. Y aún así es más que posible que esta serie renueve para una quinta temporada, con un pedido inicial de 13 capítulos. La NBC anunciará su decisión para los Upfronts que empiezan la semana que viene. La serie que siempre había sido renovada in extremis ha conseguido llegar hasta aquí para sorpresa de todos. Recuerdo que cada año me mordía las uñas esperando la noticia oficial de su renovación. Era un auténtico calvario. Sin embargo este año me da absolutamente igual.
Chuck ha perdido frescura, ritmo, chispa y emoción. Esta cuarta temporada ha resultado aburrida hasta límites soporíferos, me ha costado muchísimo ponerme a ver los capítulos y era muy difícil centrarme en lo que estaba viendo, ya que aprovechaba para hacer otras cosas mientras. Tenía a Chuck de fondo cuando durante sus tres primeras temporadas saltaba emocionada en el sofá y disfrutaba enormemente con las aventuras de Bartowski.
Las tres primeras temporadas de Chuck fueron muy entretenidas. Chuck era una buena serie, con puntos divertidísimos como el Buy More, Jeffster y el Capitán Pasada que aseguraban las risas. Además Chuck era un chico entrañable, su amor imposible por Sarah daba mucho juego y las tramas de las tres temporadas eran trepidantes, con finales de infarto y en la tercera temporada pusieron toda la carne en el asador y nos dieron una temporada redonda, emocionante y con un gran final. Y tras esa temporada vino el GRAN BAJÓN. Chuck se volvió predecible, repetitiva y cargante. El personaje principal, mi otrora querido Chuck, se volvió un cansino debido a su relación con Sarah. Ella perdió toda su fuerza, su misterio y su garra. Entre lo de la pedida y sus paranoias con las relaciones personales me daban ganas de que Casey les pegara un tiro a los dos.
En la cuarta temporada tanto el Buy More como Jeffster como el Capitán Pasada casi han desaparecido y Big Mike, no quiero ni pensar en lo que le han hecho a este personaje. Y luego están Casey y Morgan, dos personajes con una dinámica muy marcada y cuya relación, en principio divertida, ya me cansa porque es siempre igual, siempre. Y después de diez capítulos de gruñidos made in Casey y miradas de pánico de Morgan pues te aburres. ¿Cómo ha sucedido esto?
Nada me ha gustado esta temporada, ni siquiera las estrellas invitadas. Admito que Timothy Dalton ha estado sorprendente pero él no es la serie y aunque su delirante, megalómano y desequilibrado Volfoff, resulta de lo más interesante no ha servido para hacer que la serie se viniese arriba.
Así que, o mucho cambian las cosas en Chuck, o por mi esta cuarta temporada podría dar carpetazo a las idas y venidas del agente Bartowski y su equipo.