La espada más famosa de la literatura, objeto de búsquedas y hasta de películas, ha sido y será Excalibur, la espada del legendario Arturo de Britania. Según el mito, un joven escudero Arturo la extrajo de la piedra en la que se hallaba incrustada. La leyenda afirmaba que quien extrajera el arma de allí, gobernaría toda Inglaterra. Pero en la literatura artúrica ésta no es la mejor espada de todas. Existe otra, llamada Espada del Extraño Tahalí, que podría blandir sólo quien terminara las aventuras del Santo Grial. Según algunos, fue Galahad; según otros, Perceval el Galés.
El gran Carlomagno, considerado por muchos como el padre de la Europa moderna, gozó de los beneficios de la gran Joyosa, su espada personal. Ésta descansa en el museo Louvre, de París.
El paladín y sobrino de Carlomagno,Roldán, recibió de manos de su tío la extraordinaria Durandarte - o Durandal -, la cual guardaba en su interior, varias reliquias de la cristiandad. Según el mito, las reliquias eran un diente de San Pedro, los cabellos de san Basilio y hasta el manto de Santa María.
El Cid Campeador, el héroe de la España medieval, tuvo en su poder dos grandes espadas. La Colada había sido ganada al conde de Barcelona. Con ella, mío Cid realizó sus primeras batallas contra los moros. Él mismo se la regaló a Martín Antolínez, quien fue uno de sus caballeros más fieles. La segunda espada del Cid fue La Tizona, que había pertenecido al rey marroquí Búcar. El español se la arrebató en el sitio de Valencia, y luego de unos años, el héroe se la regaló a su sobrino Pedro.
Sigfrid o Sigurd es el héroe escandinavo que mató al dragón Fafnir con su espada Gram. Su padre Sigmund la extrajo del tronco en el que la había clavado el dios Odín. Había sido forjada por el gran herrero Wyland. En el Cantar de los Nibelungos, la obra épica más importante de la mitología germana, la espada del héroe Sigfrido se llama Balmung.
Fuentes: Wikipedia - Archivo personal.