Revista Opinión
Por Emiliano Gomez* / Asociación Uruguaya de Amistad con la República Árabe Saharaui Democrática
El 20 de noviembre de 1975, día en que fallecía el dictador Francisco Franco, fue publicada en el Boletín Oficial del Estado la “Ley de Descolonización del Sáhara”. Cuatro días más tarde, y en consonancia con dicha ley, el Gobierno (colonial) General del Sáhara emitió la siguiente Ordenanza: “La Ley 40/1975, de 19 de noviembre, autoriza al Gobierno a realizar los actos y adoptar las medidas que precise la culminación del proceso descolonizador del Sahara. Consecuencia de la misma ha sido el anuncio del abandono del territorio por parte de España antes del día 28 de febrero de 1976, decisión que, unida a la disposición final y derogatoria de la Ley citada, aconseja iniciar, según la normativa recibida del Gobierno, la regulación del nuevo y transitorio período de administración del territorio que ahora comienza.
En su virtud, vengo en disponer: Primero.- La administración del territorio del Sahara, encomendada a España, se ejercerá, hasta el definitivo abandono del mismo por parte de nuestra nación, por este Gobierno General, con la colaboración de un representante del Reino de Marruecos y un representante de la República Islámica de Mauritania.
Segundo.- Los mencionados representantes, que tendrán la consideración de gobernadores adjuntos en la administración del territorio, con los deberes y prerrogativas que a tales cargos se asignan, serán: El señor Ahmed Bensuda, por el Reino de Marruecos. El señor Abdalah Uld Cheij, por la República Islámica de Mauritania.
Tercero.- Los gobernantes adjuntos serán presentados a la "Asamblea General, como organismo supremo representante del pueblo saharaui”.
El mismo día 24 arribó a la capital del Sáhara el designado gobernador adjunto, Ahmed Bensuda, acompañado por el Ministro del Interior, Driss Basri, y por el presidente reconfirmado de la Yemáa y traidor a la misma, Jatri Uld Yumani. Los tres representantes del rey traían consigo una comitiva de doscientos funcionarios y una fuerte escolta policial. Un día después llegó la delegación mauritana, encabezada por Abdallah Uld Cheij.
A lo largo del mes de diciembre, junto con la instalación de la administración tripartita, se efectuó la evacuación de la población civil y las unidades militares españolas hacia las islas Canarias, y la entrega de las localidades saharauis a las nuevas fuerzas de ocupación. El 11 de diciembre llegaron a El Aaiun dos mil soldados marroquíes y un mes más tarde, setecientos efectivos mauritanos entraron en Dajla (ex-Villa Cisneros). Ese mismo día, 12 de enero de 1976, partió del Sáhara su último gobernador español, el general Federico Gómez de Salazar.
Finalmente, el 28 de febrero, a las 11:30 de la mañana, el gobernador en funciones, Tte.Cnel. Rafael Valdés, arrió por última vez la bandera española en el edificio del Gobierno General. Inmediatamente, el gobernador marroquí izó la enseña del reino alauí, dando por concluído casi un siglo de presencia hispana en el Sáhara Occidental.
La proclamación de la República Saharaui
La República Árabe Saharaui Democrática nació en la noche del 27 de febrero de 1976 en Bir Lehlu, un punto del desierto situado en Saguia El Hamra, a escasos kilómetros de la frontera con Mauritania. Pocas horas antes, en El Aaiún, el último representante de la administración colonial había anunciado oficialmente el fin de la presencia española en el territorio, y era necesario evitar que el vacío jurídico dejado por la metrópoli, fuese ocupado y utilizado en el plano internacional por el expansionismo marroquí y mauritano.
Para el pueblo saharaui ya no quedaba otra alternativa que darse un marco institucional para materializar su voluntad de constituirse en un Estado independiente, aunque su territorio estuviese parcialmente ocupado por tropas extranjeras. En aquella oportunidad, ante numerosos combatientes y decenas de periodistas, el Secretario General del Frente POLISARIO leyó la declaración de Proclamación del Estado, cuyo texto decía:
“En el nombre y con la ayuda de Dios y materializando la voluntad de nuestro pueblo árabe saharaui, por fidelidad a la sangre de nuestros gloriosos mártires y como coronación de inmensos sacrificios, se iza hoy la bandera de la República Arabe Saharaui Democrática sobre la tierra de Saguia El Hamra y Río de Oro”
*Fragmento del libro: Del Sáhara Español a la República Saharaui (Emiliano Gómez)
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