Casos como el de hoy nos hacen plantearnos la escasa consistencia de una recuperación económica de la que, por encontrarnos inmersos en una campaña electoral, se nos habla en los entremeses, la sopa y hasta en los postres...
El paciente, portador de un herpes zoster, no tiene dinero para adquirir las medicinas que le han prescrito, aún trabajando -por cierto- para una ONG...
Y algo que aún parece recrudecerlo todo: a pesar de la particular intensidad de su proceso y de lo necesario que se me antoja: no puede tomarse unos días de reposo...
Nuestro día a día de consultas está salpicado de casos como éste...