Tanto en la anterior como en la actual semana en España parece haberse desatado una ola de barbaridades totalitarias que nos empujan cada vez más al franquismo, la mayor parte, por supuesto, relacionadas con la soberana estupidez que el país demuestra desde hace tiempo al empeorar el problema catalán en vez de solucionarlo.
Como ejemplo, y sin que estén todas las barbaridades ni por ese orden, la Fiscalía pide al juzgado 13 de Barcelona que acuse de pertenencia a organización criminal a 28 cargos de la Generalitat entre los que se encuentran los directores de TV3, Catalunya Radio y la CCMA (medio mundo clamando por dialogo en vez de palos judiciales y la respuesta son 28 más), el mismo juzgado 13 recibe el pago de fianzas por valor de 3,5 millones € por parte de la Caja de Solidaridad pero los rechaza porque son los imputados los que deben pagar e inicia los embargos, la Junta Electoral considera normal que la sala de videoconferencias de la prisión esté cerrada a las 10 de la noche y que Junqueras no la pueda utilizarla para participar en un debate, la misma Junta Electoral no permite a Toni Comín participar del debate desde Bruselas porque supone una ventaja sobre los otros partícipes, la misma Junta Electoral que prohíbe a TV3 mencionar presos políticos o exilio pero permite que los de Ciudadanos hablen de Golpistas cada vez que se refieren a presos políticos y exilados, el presidente del tribunal del juicio de la vergüenza Marchena, que se estrenó en el juicio justo después de una demostración de enorme podredumbre judicial con la colaboración del Fiscal del Tribunal Supremo Luis Navajas dando un inmoral trato de favor a su hija, llega ya al colmo de la total parcialidad cortando la descripción de la filosofa Marina Garcés porque valoraba su estado de ánimo, cuando permitió a policías y guardias civiles, políticos y funcionarios cientos de descripciones mucho peores, falsedades, mentiras y perjurios.
Para completar la quincena del absurdo y el franquismo a la hispana, a Pedro Sánchez no se le ocurre otra cosa que proponer que Miguel Iceta sustituya a José Montilla como senador designado por el Parlament para después nombrar a Iceta presidente del Senado, designación que requería los votos de partidos independentistas que estaba más que cantado que los negarían a quien no solo ha apoyado la brutal represión sino que además se permitió incluso hacer mofa de presos políticos y exilados, y encima Sánchez ha cargado duramente contra ERC por el “veto” a Miquel Iceta: “Tienen miedo a las soluciones y el diálogo”.
Recuerdo perfectamente cuando Pedro Sánchez estaba en la oposición al gobierno Rajoy y alardeó repetidamente de tener la solución al problema de Catalunya por la vía federal. Por lo visto desde que es presidente del gobierno su solución mágica para Catalunya consistía en bautizar el aeropuerto del Prat con el nombre de Tarradellas, mandar a Iceta a presidente del Senado y celebrar un Consejo de Ministros en el edificio de la Lonja en Barcelona.
Inicialmente pensé que se trataba de una demostración de nula inteligencia, pero finalmente creo que es más inteligente de lo que parece, porque no se puede olvidar que el viernes 8 de febrero último, dos días antes de la manifestación de la derecha en la Plaza de Colón Sánchez cortó todo dialogo con el independentismo que se había iniciado poco antes y les acusó de ser los responsables de la ruptura. Después del éxito en las elecciones Pedro Sánchez ha vuelto a hablar de dialogo con el independentismo y dejó bien claro que lo iba a reanudar. Al proponer a Iceta para la presidencia del Senado Sánchez sabía perfectamente cual sería la reacción del independentismo y ahora tiene una muy buena razón para olvidarse del diálogo y regresar al redil del ataque constante y aumentar el problema en vez de solucionarlo.
Algunos grupos independentistas han criticado la reacción de ERC y JXCat frente a la propuesta de Iceta al Senado precisamente porque elimina toda posibilidad de solución negociada, pero pueden estar muy tranquilos porque si la jugada no le hubiese salido bien a Sánchez y se hubiese aceptado su propuesta, en pocos días habría montado otro conflicto que acabase matando toda posibilidad de dialogo, porque estoy seguro de que ese era su objetivo.