El Consejo de Estado ha responsabilizado al Ministerio de Defensa, cuando Federico Trillo era su ministro, del desastre del Yak-42, y aunque han tardado trece años en hacerlo, al menos algún estamento del Estado ha actuado con un mínimo de decencia y señala a los responsables.
El caso del Yak-42 es, en mi opinión, el mayor escándalo de corrupción, indecencia, inmoralidad y desprecio por la ciudadanía de los muchos cometidos en España, en el que buena parte del Estado, desde el Ejercito a la Administración de Justicia, pasando por el gobierno y una oposición socialista en silencio actuaron como verdaderos delincuentes, además de ser el primer caso importante en que quedó claramente demostrado que ni tan solo el Poder Ejecutivo sino el PP tiene el Poder Judicial absolutamente controlado.
Aunque por lo único que se juzgó a los responsables y la prensa describió por activa y pasiva fue solo el inmenso desbarajuste en la recuperación de los restos mortales de las víctimas, en realidad se cometieron varios delitos e inmensas negligencias que ni tan solo llegaron a investigarse. En cualquier país minimamente serio, realmente democrático y civilizado una serie de infamias como las del Yak-42, habrían provocado la caída del gobierno, convocatoria de elecciones y un ex-ministro y varios militares estarían todavía en la cárcel. En el Reino Bananero de España nadie acabó en la cárcel, el asunto no se investigó ni a fondo ni superficialmente, los familiares de las víctimas fueron, y están siendo tratados como perros sarnosos y a los principales responsables se les premió con dos embajadas, el ministro a Londres y Francisco Javier Jiménez Ugarte, director de Política de Defensa a Estocolmo.
El 29 de mayo del 2013 publiqué una nota titulada 10 AÑOS SIN VERGÜENZA, en la que en el décimo aniversario de la canallada me refería a todas las inmensas chorizadas del caso del Yak-42, empezando por unos vuelos presupuestados y pagados alrededor de 220.000 Euros cada uno, pero que en realidad la compañía charter que alquilaba el avión no cobraba más de 60.000 Euros por vuelo con aviones en condiciones desastrosas en proporción a lo pagado, cuando por 220.000 Euros los militares podían haber volado en vuelo regular y en primera, y teniendo en cuenta que se efectuaron varios cientos de vuelos de pasajeros y mercancías, la cifra total del robo es mareante, y a nadie en todo el Reino Bananero de España se le ocurrió ni tan solo investigar el latrocinio porque el Ministerio de Defensa argumentó que la diferencia eran las comisiones de los intermediarios. Yo solo sé cuatro cosas de aviación y sería capaz de alquilar un excelente y fantástico avión por 220.000 Euros sin necesidad de pagar comisiones, pero resulta que un ministerio español paga los vuelos con unas comisiones del ¡¡¡¡73%!!!!.
Por si el robo no fuese suficiente el Ministerio de Defensa no solo dio la callada por respuesta a las continuas y numerosas quejas de los militares después de cada vuelo sobre el desastroso estado de los aviones y el enorme riesgo que suponía usar aviones que volaban como las piedras sino que arrestaron y sancionaron a los que insistieron en sus quejas en un claro anticipo de las denuncias de corrupción y nepotismo en el Ejercito del teniente Luis Gonzalo Segura recientemente expulsado por haberse atrevido a describir la realidad de los ejércitos del Reino Bananero de España, mientras los chorizos y corruptos denunciados siguen en él.
A pesar de la clara evidencia de una larga lista de delitos e irregularidades la Administración de Justicia bajo el control del PP solo llevó a juicio el desbarajuste con los restos mortales de las víctimas, en un simulacro de juicio en el que el principal responsable, el señor ministro, ni tan solo fue convocado como testigo y en el que se condenó a tres altos jefes militares a penas cortas de prisión y a su inhabilitación, pero ninguno ni tan solo se acercó a la prisión, uno de ellos falleció a los pocos meses del fallo y los otros dos fueron indultados por Rajoy lo que dejó sin efecto su inhabilitación y continúan su carrera militar, con lo que quedó completada la inmensa tomadura de pelo al país.
Desde que escribí la nota del 2013 la única vileza a añadir a la larga lista de la ignominia del caso es que el extesorero del PP Luis Bárcenas declaró en la Audiencia Nacional que dio dinero de la caja B del PP a Trillo para pagar la defensa de los militares acusados en el accidente, en dinero negro, por supuesto.
En mi opinión el caso del Yak-42 es el más descomunal y escandaloso de los muchos que demuestran que cualquier parecido entre el Reino Bananero de España y una verdadera democracia no es ni coincidencia porque no existe, y que Franco murió pero la dictadura continua aunque ha modificado sus formas para mantener engañados a la mayoría estúpida de Reino Bananero de España que tiene claramente definida la función asignada a la ciudadanía: votar, pagar y callar.