Nuria Martínez controla el balón ante Helen Luz -FIBA.
La actitud y la intensidad son un grado en cualquier partido y más en una competición del calibre de un campeonato mundial. Brasil quedó retratada casi siempre, desde el primer instante, por España, que llevaba tanta ventaja acumulada, había hecho tantas cosas mejor, que no pasó apuros a pesar de anotar únicamente nueve puntos en el último cuarto. Mérito de toda la selección, con Amaya Valdemoro, máxima anotadora con 17 puntos, como exponente de esa seriedad y profesionalidad en el partido en el que tenía que decidirse el liderato del grupo C. Pronto, demasiado para el espectador, se pudo ver que dicho privilegio sería para una España superior, más lista y pícara que hizo 16 robos, once en la primera parte. La selección venció por 57-69 y este lunes empezará la ronda de octavos en el grupo F del Mundial de la República Checa.En los gestos se explican muchas cosas. Erika De Souza aplaudía y aplaudía a sus compañeras para tranquilizarlas y darles confianza. Un ritual que funcionó puntualmente en cuanto Helen Luz pasó a dirigir a la selección brasileña, cuando del 4-13 inicial se pasó al 15-13, la única ventaja del conjunto de Carlos Colinas en todo el encuentro. Resultó una anécdota, un breve paréntesis del monólogo de España, que robó seis pelotas en el primer cuarto, con Palau asumiendo responsabilidades en la anotación y Valdemoro y Lyttle muy activas buscando y forzando pérdidas en sus rivales. La pívot nacionalizada se cargó rápido con dos personales y José Ignacio Hernández la sentó por Lucila Pascua, que no había jugado ni un minuto hasta ahora. Un hecho que aprovechó De Souza (dobles figuras, 14 puntos y 13 rebotes) para empezar a sumar en la zona.
Palau, protagonista
Desde la defensa y con una concentración extrema desarboló España a Brasil, siempre sorprendido ante las transiciones rápidas de su rival, como las de Marta Fernández y Nuria Martínez, que jugaron su partido más completo del torneo. Al descanso con 23-34 tras el primer triple de Valdemoro y un par de datos muy curiosos, pues la máxima anotadora de España era Palau con siete puntos y la mejor asistente, Lyttle. La demostración de que en este grupo no hay gestos ególatras y los papeles se replantean según mejor convenga. Así Lyttle no funciona como una referente egoísta –para muestra, fue la mejor asistente con cinco pases– ni Valdemoro ni Palau buscan más protagonismos de los necesarios. Más anárquica ha sido siempre Iziane Castro, que cuando era infantil anotó 82 puntos en un partido. Esta vez su registro fue mucho más modesto y aportó 12 cuando todo estaba ya estaba todo extendido, cuando Valdemoro puso la máxima renta (31-53 a los 26m 45s).
El último cuarto sirvió para que De Souza y Castro maquillasen mínimamente el marcador. Un resultado que confirma que España está en un gran momento de forma. Todo lo contrario que la selección brasileña, que la precede en el ránking FIBA –es cuarta–, y que es la que más está defraudando de las pretendientes a medalla. En su debut el grupo de Colinas por un solo punto a Corea del Sur (61-60) y tampoco lo tuvo fácil para superar por 80-73 a Mali, la eliminada del grupo C después de perder por 66-68.
Brasil (15+8+15+19) 57: Pinto (1), Gustavo (2), Castro (12), S. Gustavo (3), De Souza (14) –quinteto inicial–, H. Luz (6), Dantas Do Amaral (10), Beling (7), Oliveira (2), K. Santos. España (15+22+23+9) 69: Lyttle (10), Palau (12), Montañana (8), Valdemoro (17), Torrens (4) –quinteto inicial–, Marta Fernández (9), Lima (2), Pascua, Nuria Martínez (7) y Cruz.