Revista Política

España: con Zapatero en el poder, la democracia está en peligro

Publicado el 01 abril 2010 por Franky
España: con Zapatero en el poder, la democracia está en peligro El repugnante caso Matas, una demostración más de que tanto el PSOE como el PP merecen el desprecio de los ciudadanos españoles decentes, está siendo aireado por la prensa de manera intensa, acaparando portadas, mientras que decenas de casos de corrupción protagonizados por el PSOE, algunos de ellos todavía más nauseabundos, como los que a rítmo de vértigo se están destapando en Andalucía, quedan silenciados y mantenidos bajo el silencio conspirativo de la prensa adicta al "régimen".

Algunos observadores atribuyen esa desproporción al hábil y profesional manejo que los socialistas hacen de la propaganda y a la torpeza que los populares demuestran a la hora de dialogar con la sociedad. Sin embargo, esa explicación no es suficiente y quizás exista otro factor en juego: la utilización de la Justicia como arma al servicio de la política, un comportamiento antidemocrático que refleja el alto grado de podredumbre de la democracia española.

Cada día son más los expertos y ciudadanos que sospechan que el gobierno de Zapatero, al que ya no le queda una sola gota de escrúpulo democrático, podría estar utilizando la Justicia para fustigar y acorralar a la oposición y, a la larga, para mantenerse en el poder. La nula independencia del sistema de Justicia se demuestra a diario, pero quedó demostrada de manera solvente cuando la vicepresidenta De la Vega, en el verano de 2009, anunció desde Latinoamérica el recurso de la Fiscalía al archivo del caso Camps. En aquella ocasión, María Dolores de Cospedal, la número "dos" del PP, consideró que es "la primera vez en la historia que un Gobierno utiliza la Fiscalía para perseguir a la oposición".

Es probable que Cospedal también acertara cuando acusó al PSOE y al gobierno de Zapatero de haber convertido la democracia en un “Estado Policial” al utilizar los recursos del Estado para golpear y destruir a la oposición. No podemos tener pruebas de que eso sea cierto, pero lo importante es que esa acusación es creíble para millones de españoles, lo que significa que es posible que sea cierta y que la democracia, cuya base es la confianza en las instituciones y el liderazgo, está herida de muerte en España.

Los ciudadanos asumen cada día con más determinación y crudeza que, bajo el gobierno de Zapatero, no se espeta ni uno solo de los principios de la democracia. Bajo Zapatero, no existe separación de poderes, ni una ley igual para todos, ni elecciones realmente libres, ni una sociedad civil fuerte, ni una libertad de expresión y de información que garantice la fiscalización del poder por parte de los medios de comunicación. Ni una sola de las reglas imprescindibles para que exista la democracia está vigente en España, donde la democracia, además, está dramáticamente podrida por la corrupción, el amiguismo, el nepotismo, la hipertrofia del Estado, el poder casi absoluto de los partidos políticos y la casi impunidad de los políticos, especialmente de los que están en el poder.

Algunos creen que el origen del mal está en la escasa calidad moral y profesional de los gobernantes, unida al desmedido poder de los partidos políticos, que han roto todos los cerrojos y controles. Pero nosotros creemos que también es importante que la izquierda no crea en la democracia, sino en la transformación del mundo desde el poder, una herencia puramente leninista a la que jamás han renunciado. Sólo se ha adaptado a la democracia para sobrevivir en Occidente, donde la democracia es un valor irrenunciable, por ahora.

Cada vez que se debate con un socialista sobre la democracia y la necesidad de respetar sus reglas, su respuesta es la misma: "la democracia es un asunto secundario; lo importante es construir un mundo mejor desde el poder”.

La respuesta encierra un error garrafal y un engaño pleno al pueblo. El error es que el fin no justifica los medios y que no se puede mejorar el mundo desde la dictadura y la opresión, como ha quedado mil veces demostrado. El engaño es que un partido político no puede presentarse ante los ciudadanos como demócrata si no cree en la democracia y no está dispuesto a respetarla cuando llega al poder.

Volver a la Portada de Logo Paperblog