Hay muchas razones para concluir que España es un inmenso manicomio, un país donde se incumple el derecho a la libre expresión pero de manera selectiva, se encarcela a cantantes pero Federico Jiménez Losantos puede soltar barbaridades descomunales sin que ni los jueces ni la policía muevan un dedo.
Solo la forma en que se ha creado y empeorado el problema catalán es más que suficiente para llegar a tal conclusión. Todos los países que han tenido problemas de independentismo han hecho lo posible para solucionarlos de una forma u otra, ¡¡todos no!! En España primero se creó un problema que no existía cuando el líder del partido más corrupto del país empezó a pedir “firmitas contra Cataluña” y consiguió más de cuatro millones, y una vez creado el problema se ha hecho todo lo humanamente posible ¿para solucionarlo?, ¡¡¡NO!!!, al contrario, todos los partidos han actuado para empeorarlo al máximo. Es fácil y consecuente con los hechos y la realidad pensar que en España no hay nadie, repito NADIE, realmente interesado en acabar con el problema, entre otras razones, pero sobre todo porque la catalanofobia es una inmensa fuente de votos que los perdería el partido que se propusiese en serio solucionar el problema catalán.
Hay infinidad de pruebas de esta inmensa locura y estupidez españolas y sin movernos casi nada en el calendario esta misma semana hemos tenido una gran demostración cuando el gobierno de Pedro Sánchez ha aceptado dialogar con la Generalitat con la ayuda de quien es calificado de mediador por el independentismo y de relator por el gobierno, y en la España loca y estúpida se ha armado un inmenso revuelo por la traición, si TRAICION, a la unidad de España por parte del PSOE, e incluso se están organizando manifestaciones contra tamaña barbaridad. Estoy convencido que los partidos que se autocalifican como constitucionalistas a pesar de que con la forma en que han aplicado el 155 y en muchos otros temas se pasan la Constitución por la parte más maloliente de su cuerpo, estarían encantados si España no formase parte de la U.E. y no participase en la Eurocámara porque de esta forma podrían sofocar el independentismo catalán por la fuerza de las armas y reducir por aniquilación el número de independentistas, y lo peor es que el resto de España les aplaudiría mientras lo hicieran.
En realidad a los que se autocalifican como Constitucionalistas la Constitución les importa un bledo y lo demuestran continuamente con sus interpretaciones de la misma que no se ajustan al texto de nuestra Ley fundamental porque en realidad para ellos no es más que una excusa para que, como franquistas que son, el pueblo les obedezca y haga lo que ellos mandan.
Las descomunales mentiras sobre Catalunya también son una prueba del país-manicomio. Los que vivimos en Catalunya nos llevamos grandes sorpresas de vez en cuando porque un amigo o conocido del resto de España nos pregunta cómo podemos soportar las barbaridades que están ocurriendo en nuestro lugar de residencia y cuando explican las barbaridades les hemos de convencer de que son solo difamaciones de la pocilga mediática. Recientemente un amigo de Madrid me llamó solo para asegurarse de que no había sufrido ninguna agresión independentista de las muchas que según los falsarios Rivera y Arrimadas padecen los pobres unionistas en Catalunya y me costó mucho convencerlo de que como casi con todas las infinitas mentiras de estos dos canallas la realidad es exactamente lo opuesto porque el número de independentistas agredidos por los grupos de extrema derecha llamados comandos Arrimadas ya están sobre los 350.
En el diario ARA, en catalán, reprodujeron el martes 5 de febrero un artículo de Francisco Pi y Margall publicado en 1899 en “El Nuevo Régimen” bajo el título “Enseñanzas para España”. Pi y Margall fue un historiador, escritor y político barcelonés que murió en Madrid en 1901 a los 77 años. El articulo hace una dura crítica de las estupideces y barbaridades que España cometió en la guerra de la independencia de Cuba, que confirma las razones porque los mejores historiadores que han tratado el tema del colonialismo, en su mayoría afirman que el imperio español fue el peor de los estados coloniales, el más odiado y el que, aparte idioma y cultura, no aportó prácticamente nada a los países colonizados. Lo curioso del artículo es que si se modifica la fecha a la actual y en vez de Cuba se escribe Catalunya, con la excepción de las referencias a la guerra no hace falta cambiar nada más para que sea de total aplicación a la situación actual con Catalunya. Repito, el artículo es de 1899.