Revista Opinión

España, en manos de la maldita derecha de siempre

Publicado el 27 febrero 2013 por Franky
Mas de media España votó al PP porque creyó que era el antídoto frente al abuso y la locura del socialismo zapaterista, pero se equivocó porque detrás de Rajoy estaba la peor versión de una derecha pura y dura. Es cierto que superar al socialismo en barbaridades y estragos a España es casi imposible, pero no es menos cierto que, después de un año de gobierno, el PP ha conseguido algo que parecía imposible: compararse con los socialistas en desatinos, arbitrariedades, mentiras e injusticias. El asunto Bárcenas y sus "sobres" de dinero negro ha terminado de precipitar a la derecha en el foso de la desvergüenza, donde el PSOE tenía su morada. Los socialistas destruyeron la sociedad favoreciendo le choriceo con reformas legales que permiten que los sinvergüenzas se sientan a gusto, pero el PP ha demostrado, en tan sólo un año, que por sus venas corre la misma sangre que ha envenenado el socialismo y lo ha convertido en un partido al que España no le debe nada, absolutamente nada. --- España, en manos de la maldita derecha de siempre Si por lo menos fuera una derecha moderna y eficaz, tal vez habría merecido la pena el duro calvario, pero es la derecha de siempre, torva, turbia, insensible y egoísta,.Millones de españoles cayeron en la trampa y votaron al PP porque creyeron que era el antídoto de Zapatero, pero hemos comprobado, tarde, con amargura y después de un año de desatinos, arbitrariedades y traiciones, que Rajoy, en realidad, era la temida "derecha" de toda la vida.

Ha traído privaciones, sufrimientos y angustia a millones de ciudadanos, sin que le haya temblado el pulso. Ha traicionado todas sus promesas electorales, sin excepción, pero afirma que lo ha hecho porque no había otro remedio, mintiendo con descaro porque se ha limitado a meter la mano en la cartera del ciudadano y a recortar servicios claves, derechos y conquistas, sin que ni siquiera haya cerrado antes una sola televisión pública, ni suprimido municipios de menos de 5.000 habitantes, ni diputaciones, ni miles de empresas públicas que no sirven para nada, muchas de las cuales tienen hoy centenares de trabajadores públicos haciendo sudokus en sus mesas de trabajo. Si hubiera suprimido las enormes subvenciones a partidos políticos y sindicatos y adelgazado antes el vuluptuoso Estado construido por los políticos, no hubieran hecho falta ni la mitad de los recortes y sacrificios impuestos por la derecha implacable e insensible de Rajoy.

Después de un año en el poder, la derecha de Rajoy ha hecho a España mas pobre, mas injusta y mas triste. Dice que sus recortes y reformas eran imprescindibles, pero no es cierto porque no se ha atrevido a reformar la mayor aberración existente en el país: un Estado hipertrofiado, plagado de enchufados y parásitos, con más políticos cobrando que en cualquier otro país de Europa, incosteable no solo para España sino para cualquier país rico del mundo.

Si en lugar de habernos acribillado a impuestos, recortado derechos y conquistas fundamentales y de haber desarbolado servicios tan valiosos como la sanidad, la educación y la protección de los más débiles, la derecha hubiera adelgazado el Estado, suprimido burocracia inútil, empresas publicas e instituciones que no sirven para nada, el drama español habría sido menor y el país estaría ahora afrontando la crisis con mas garantías de éxito.

Pero el partido de Rajoy, al igual que el de Rubalcaba, se niega en redondo a reformar un Estado que ellos han construido a su medida, en contra de los intereses de los ciudadanos y del bien común, en beneficio sólo del clientelismo que practican los partidos políticos y que les otorga poder sobre millones de vidas. Después de un año terrible de gobierno, en el que los bolsillos del ciudadano han sido asaltados y el país entero apaleado, hay mas pobreza, mas desempleo, siguen cerrando empresas y ni siquiera ha disminuido el número de asesores que inundan las administraciones, casi todos gente inútil y superflua, pero con un brillante carné de partio en la cartera.

En Andalucía conocemos bien a la derecha, representada por señoritos arrogantes e insensibles, servidos por capataces crueles y sin piedad, acostumbrados a exigir sumisión y servidumbre de los pobres e inferiores. Es cierto que los desmanes y malos tratos de esa derecha han sido igualados o superados por el señoritismo moderno de la izquierda, donde los políticos socialistas, cansados de gobernar, se han convertido en los nuevos señoritos, todo un drama que convierte a los andaluces en gente polítiicamente maltratada y desvaliza..

La derecha, como el gobierno de Rajoy, exige sacrificios y cambios a los demás, pero jamás los practica en su propia casa y en sus posesiones. El gobierno del PP sigue teniendo los mismos asesores y la misma tendencia a endeudarse que tuvo Zapatero, es incapaz de renunciar al clientelismo y a sus propios privilegios, sigue subvencionando a los partidos y sindicatos con dinero público, se niega a adelgazar el Estado, prefiere asfixiar al pueblo con impuestos injustos y ni siquiera es capaz de perseguir y castigar a los ladrones y delincuentes que están arrasando el país, muchos de los cuales son "compañeros" de su propio partido.

Es cierto que el socialismo español, para desgracia de la nación, ha demostrado, en tiempos de Zapatero, ser insuperable en arbitrariedad, privilegios, traiciones y corrupción, pero la derecha ha demostrado también que sabe hacer lo mismo, aunque con diferente estilo, con mas desfachatez, menos anestesia y mas argumentos de justificación. La mayor diferencia entre el gobierno de Rajoy y el de Zapatero es que en el popular la gente es medianamente consciente de que el dinero público no crece en el bosque, sino que sale del bolsillo del contribuyente, mientras que Zapatero lo derrochaba como si fuera un recurso infinito.

La realidad es terrible: después de un año de gobierno de la derecha, los jueces están mas sometidos, los periodistas están mas comprados y la policía está mejor armada y entrenada como nunca para reprimir a su propio pueblo, síntoma de que la derecha tiene claro que el enemigo es el ciudadano demócrata, consciente y celoso de su libertad y derechos.

La gran justificación de la derecha en el poder es que hacen falta reformas, que hay que neutralizar el déficit y que España tiene que ser más competitiva, pero en realidad apenas se hacen reformas, el gobierno no sabe ahorrar, sigue despilfarrando y lo único que se hacen son recortes sociales y subidas de impuestos y tasas. España es hoy mas competitiva porque producir es más barato, porque se ha empobrecido a los trabajadores, porque se han suprimido millones de puestos de trabajo y porque se trabaja mas cobrando menos, pero no porque se hayan hecho los cambos estructurales en el sistema productivo que el país necesita.

Hay una verdad de gran dureza que terminará pesando sobre la derecha como una losa de plomo: España, bajo el PP, es mas "barata", pero no mas "moderna", ni menos injusta y deprimida que bajo el sucio dominio de Zapatero.


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