Cada vez que visito NY veo más productos españoles. Pero sigo pensando que estamos muy por debajo de nuestro potencial. Nos pesa como una losa nuestra imagen de país aún poco trabajada. Y eso que la victoria de La Roja nos ha vuelto a colocar en el mundo. ¡A ver si la aprovechamos! Confío poco en los entes públicos, y más en las iniciativas calladas de muchos empresarios.
Es curioso y duele (aunque me alegro por ellos) ver que los vinos chilenos, por ejemplo, se están poniendo por delante de los españoles, como ya lo están los franceses e italianos, e incluso algunos australianos.