Revista Opinión

España es un gran pueblo que no se merece ser gobernado por miserables e ineptos

Publicado el 22 enero 2019 por Franky
Pedro Sánchez se está convirtiendo en un apestado que estorba a toda España, incluso a sus correligionarios socialistas. Los únicos que lo soportan son los golpistas, nacionalistas y totalitarios que sostienen su gobierno, a los que el presidente, en agradecimiento, riega con dinero y privilegios. Mas de media España sueña ya con el día en que el mequetrefe de la Moncloa sea expulsado del poder. --- España es un gran pueblo que no se merece ser gobernado por miserables e ineptos El rescate del niño Julen, enterrado vivo en un pueblo de Málaga, está sirviendo para demostrar que la solidaridad y el esfuerzo en España están vivos y que existe una ciudadanía generosa, eficaz y de gran valor moral, todo un mundo admirable que contrasta con una clase política deplorable, ineficiente, llena de vicios e indecenias, que constituye la vergüenza nacional. Esa baja calidad de los políticos era antes tolerada como un mal inevitable, pero hoy provoca rebeldía y rabia en los ciudadanos, que exigen que sus dirigentes políticos sean de mayor altura, escogidos entre lo mejor de la sociedad y no entre la escoria.

La reflexión de que "somos un gran pueblo que no nos merecemos la clase política que nos gobierna" se abre camino y se convierte en un sentimiento profundo que está transformando el país y la política, donde los miserables y corruptos empiezan a sentir el rechazo y la hostilidad manifiesta de los ciudadanos.

El drama de la bajeza y el deterioro moral de los políticos se está viviendo con especial énfasis en la izquierda y especialmente dentro del socialismo, donde la figura de Pedro Sánchez destaca cada día más por sus escasos valores, vicios, traiciones y miserias.

Los socialistas que disfrutan del poder en España están aterrorizados porque cada día ven más próxima su ruina. Cunde el desánimo en el PSOE, donde muchos perciben ya que se les avecina un desastre por el horizonte, cuando se abran las urnas, y que Pedro Sánchez, con su indecente e indigna política de sometimiento a la escoria golpista catalana que odia a España, está llevando a la nación y al socialismo hasta la ruina.

La caída de la baronesa Susana, la que tenía más poder y se sentía más segura en su cortijo- castillo andaluz, les ha puesto en alerta porque saben que detrás caerán todos ellos. Los sociólogos y analistas tienen claro ya que la inmensa pérdida de votos del socialismo andaluz se debió, principalmente, al profundo rechazo que genera en toda España la repugnante política catalana de Sánchez.

En Extremadura se ha llegado al extremo de que el parlamento regional pida claramente que se suspenda la autonomía catalana y se expulse del poder a Quim Torra, Puigdemont y a sus secuaces, que cada día son más descarados y miserables violando la Constitución, denigrando a España y procurando la ruptura de la nación.

Tienen razón los dirigentes socialistas para sentir miedo al futuro porque ahora les parece casi inevitable que el socialismo español, al igual que le ha ocurrido a los de Francia, Italia y otros países, desaparecerá pronto o quedará tan reducido y dañado que ni siquiera tendrá representación parlamentaria

En la sociedad española crece, de forma paralela, la indignación ante lo que está haciendo Sánchez con España y se fortalece la idea de llevarlo a juicio cuando termine su mandato para que responda de sus traiciones, abusos y violaciones de la Constitución. Muchos españoles creen que el imparable auge de VOX no es otra cosa que una reacción popular airada contra la miseria de la política y mas concretamente contra la bajeza de Sánchez y su gobierno.

La rabia ante lo que está ocurriendo es tan grande que millones de españoles exigen ya Juzgar a Sánchez y evitar que después de sus traiciones se marche de rositas. Esta España, si quiere regenerarse, no puede permitirse el lujo de dejar impunes a los canallas que destrozan la nación o, como ocurrió con Zapatero, otorgar a los traidores el trato preferencial reservado a los ex presidentes como agradecimiento, con puesto en el Consejo de Estado, escoltas, coche oficial, toda una oficina ambulante pagada con fondos públicos y otros muchos privilegios.

No se puede regenerar un país si sus peores personas, aquellas que utilizan el poder para degradar la vida pública y dañar a la nación y a sus ciudadanos, gente como Zapatero, Puigdemont, Quim Torra, Pedro Sánchez y otros, se van de rositas, sin sufrir el castigo que merecen.


Francisco Rubiales


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