España es ya un país comunista

En Estados Unidos y en muchos otros países ya consideran a España como un país gobernado por comunistas camuflados. La prensa internacional también comienza a denunciar la ruta comunista del sanchismo en España en artículos publicados en Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Italia y otros países. En consecuencia, no se fían del gobierno español de izquierdas, cada día más desprestigiado, con menos amigos y aislado en el mundo occidental. Los socialistas se autoproclaman "progres" porque tienen miedo a ser llamados "comunistas", conscientes de que forman parte de la ideología más asesina de la Historia humana, culpable de más de cien millones de asesinatos y de océanos de sufrimiento y pobreza. Las mentiras del gobierno, la compra de medios de comunicación y periodistas, el adoctrinamiento del pueblo, el asalto al poder judicial y el control de las fuerzas armadas y las principales instituciones son batallas que el sanchismo está ganando en su camino hacia la tiranía plena. Su ruta hacia el Estado totalitario comunista pasa por debilitar la democracia desde dentro, controlando poco a poco las instituciones y la sociedad, hasta el momento en que se sienten lo bastante fuertes para rematar la democracia y apoderarse del poder "para siempre", como ha ocurrido en Cuba, Venezuela y otros países. Que nadie dude que la ruta de Sánchez es un implacable avance hacia el control pleno de la sociedad española para establecer una tiranía roja. Por fortuna, la sociedad española está presentando ante el sanchismo un frente de dura resistencia, que se manifiesta en las urnas, mientras se pueda votar, y en las calles, donde Pedro Sánchez es abucheado, pitado y rechazado de manera ostentosa. Los “progres” mandan en España. Son falsos progresistas que en realidad son totalitarios comunistas disfrazados. Unos militan en Podemos y SUMAR, otros en el PSOE y otros en los distintos nacionalismos que odian a España. En el PP no hay comunistas puros, salvo algún infiltrado que obedece en secreto al socialismo, pero sí hay muchos tontos útiles contaminados de marxismo y admiradores del poder de la izquierda, siempre dispuestos a colaborar con el PSOE y deseosos de restaurar el viejo bipartidismo, que les permitía repartirse España con el socialismo, sin la presencia de otros partidos molestos, sobre todo de VOX, que amenaza su hegemonía en la derecha. El único gran partido libre de comunismo es VOX y eso explica por qué todos los demás lo atacan y cierran en su alrededor un muro de intolerancia y odio. La España del presente, en resumen, está en manos de un conglomerado de comunistas totalitarios disfrazados de demócratas, que expolia al país, despilfarra, lo debilita conscientemente, lo esclaviza y lo empobrece. Todo ese mundo "progre" está furioso con VOX porque ve en ese partido una seria amenaza para que ellos sigan controlando el poder en España. Por esa razón, los socialistas odian más a VOX que al PP y el PP odia más a VOX que al PSOE y al comunismo puro de SUMAR y Podemos. Por eso comenten el peor pecado en democracia, que es construir cinturones sanitarios y muros para destruir un partido democrático y respetuoso con el orden constitucional, como VOX. Contra VOX y los españoles demócratas que votan a ese partido vale todo., lo que en lugar de debilitar fortalece a ese partidos, aunque por el momento ralentiza su avance. Los españoles ven claramente que los corruptos y los responsables de que España haya perdido valores y decencia y se haya sumergido en la corrupción y el abuso de poder odian a VOX, lo que convierte a ese partido en una especie de antídoto o vacuna para regenerar España. En Cataluña se está produciendo un fenómeno que ya se había antes percibido en el resto de España, aunque con menos intensidad: los jóvenes apuestan por VOX y ven en ese partido la única opción para construir un país decente, justo, prosperó y en vías de regeneración. Ese resurgir de VOX en l juventud exaspera y aterroriza a socialistas y peperos, toda una señal clara de que la ruta de VOX es la correcta. Francisco Rubiales