El sanchismo está colocando a España en una situación internacional de peligro, amenaza y aislamiento sin precedentes desde la muerte del general Franco. En la Unión Europea España pierde prestigio y se enfrenta al poderoso grupo conservador, sobre todo en el asunto de la amnistía a los golpistas catalanes y en el asalto de Sánchez al poder judicial, que exasperan a los conservadores europeos. Pero lo más grave es el distanciamiento con Estados Unidos y con Israel, dos potencias en los ámbitos militar y en servicios de inteligencia que pueden acarrear a España problemas y perjuicios de gran calado, incluyendo dos muy concretos: un enfrentamiento grave con Marruecos, país amigo y protegido de esos dos países, y un apoyo concreto de los servicios de inteligencia al proceso de independencia de Cataluña. El Puntual 24H ha publicado recientemente un contenido que aseguraba que “EEUU transmite al Ministerio de Defensa de España que ya no es un socio fiable”, pero ese medio no aporta ninguna prueba de que Estados Unidos haya transmitido ese mensaje a España ni en privado ni en público. Sin embargo, "cuando el rio suena, agua lleva" y el distanciamiento entre España y Estados Unidos es una verdad incontestable. Ese enfriamiento de la relación puede acarrear problemas muy graves a España, que podría empezar a tener problemas para comprar material militar avanzado norteamericano e, incluso, piezas de recambio para nuestros aviones y barcos, casi todos dotados de tecnología norteamericana, sobre todo electrónica y en sistemas de defensa antiaérea, misiles y guía. Sánchez acaba de decir "NO" a la coalición que está organizando Washington para defender la navegación por el Mar Rojo y lo ha hecho después de haber dicho "SÍ" al presidente Biden. Esa negativa ha sentado mal en Estados Unidos y ha provocado, probablemente, filtraciones negativas sobre las relaciones hispano norteamericanas. Puede que Estados Unidos no haya hecho público que España ya es un socio no fiable, pero el deterioro es de una certeza incuestionable. Sánchez lleva muchos tiempo siendo insensato en política exterior y provocando a sus aliados tradicionales. Detrás de todo está la presencia de comunistas en el gobierno español, con acceso a secretos y a información sensible de la OTAN y de la inteligencia aliada. Me cuentan desde Estados Unidos fuentes que hasta ahora han sido fiables que los informes de la CIA sobre España, que ya eran pesimistas y negativos desde hace años, se han agravado en lo últimos meses, destacando la creciente oposición popular a Sánchez y el malestar en sectores claves como son la Monarquía, la Justicia, las Fuerzas Armadas y las grandes empresas. En esos informes se retrata a un Sánchez complicado, nervioso, amigo de países comunistas y ajenos a la democracia y con claras tendencias autoritarias, cada día mas cuestionado por el pueblo y dependiente de socios tan peligrosos como los comunistas de Sumar y Podemos, los herederos del terrorismo vasco, los independentistas y los golpistas catalanes. El distanciamiento con Estados Unidos e Israel ocurre en el momento menos propicio, cuando España más necesita un rearme que contrarreste el potente armamento que está adquiriendo Marruecos, precisamente de Estados Unidos e Israel. El deterioro de las relaciones con Estados Unidos es altamente peligroso para España, no sólo por sus posibles consecuencias militares y tecnológicas, sino también en el mundo de los grandes negocios internacionales y el los ámbitos financieros, donde la larga mano de Estados Unidos e Israel tiene un poder decisivo. Francisco Rubiales