En una lucha constante por lograr la igualdad, el emprendimiento femenino sufrió un revés llamado coronavirus, impidiendo seguir construyendo un ecosistema emprendedor que sea igual de accesible para hombres y mujeres.
Tras dos años la situación se encauza poco a poco y el emprendimiento femenino vuelve a recuperarse tras tener que lidiar con los roles de género y los problemas de conciliación tan sufridos por las mujeres, agravándose la situación durante esta pandemia.En este contexto y bajo el marco del Día Internacional de la Mujer, el Observatorio del Emprendimiento en España elaboró un estudio sobre la figura de las mujeres emprendedoras en nuestro país. Este informe se elaboró a partir de los datos del GEM (Global Entrepreneurship Monitor) en colaboración con ENISA, la Empresa Nacional de Innovación.
El estudio, destaca el hecho de que España se encuentra por encima de la media europea en su ecosistema emprendedor. Mientras que en Europa hay seis mujeres emprendedoras por cada diez hombres, en España ya son nueve mujeres por cada diez. Aunque la brecha entre hombres emprendedores y mujeres emprendedoras se vio reducida sustancialmente en los últimos 15 años, el impacto de la crisis sanitaria afectó negativamente en este avance. El estudio también refleja el incremento en un 10% de la actividad emprendedora de las mujeres a nivel internacional.
Por otro lado el estudio destaca que más del 15%, en concreto el 17% de las españolas se encuentran inmersas en alguna de las fases de procesos de emprendimiento. Casi un 80% de los proyectos pertenecen al sector servicios y, de ellos, un 48% van dirigidos al consumidor final.
Para favorecer el ecosistema del emprendimiento femenino ENISA ha creado la nueva línea Emprendedoras Digitales que está dotada con 51 millones de euros por parte de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. Una financiación hecha a la medida de las emprendedoras, dirigida tanto a proyectos en fase pre-seed como seed.
Perfiles emprendedores
En nuestro país, las emprendedoras son principalmente mayores de 35 años que han puesto en marcha un proyecto emprendedor. Sin embargo, las Millennials son quienes muestran una mayor predisposición a iniciar un proyecto emprendedor.
Para conocer distintas visiones sobre el emprendimiento, sus motivaciones y los retos que tienen por delante las mujeres actualmente, nos hemos puesto en contacto con emprendedoras de distintos sectores para conocer qué engloba ser una emprendedora.
Haydée Barroso, cofundadora de Atani, define y diferencia el emprendimiento para hombres y mujeres. "Emprender es no focalizarse en todas las cosas que pueden salir mal o no sabes y potenciar lo que te hace brillar, hay que explotar lo que te hace única. Además, emprender ofrece la libertad de crear algo único a tu manera. Ellos no permiten que el miedo al fracaso les robe la oportunidad de brillar, hay que lanzarse", dice invitando a las emprendedoras a arriesgarse para lograr sus objetivos.
Eso mismo hizo Pilar Andrade, CEO de LISA, que decidió emprender hace 4 años en el mundo de los seguros profesionales. "Me gustan los retos y cuando decidí crear LISA, una InsurTech con un modelo muy disruptivo, ya llevaba años en el sector del seguro en compañías de primer nivel, aun así, emprender como mujer requiere de un esfuerzo extraordinario todavía hoy, porque tenemos que responder a la vez a los roles familiares que todavía recaen sobre nuestro género. A pesar de ello, es apasionante liderar tu vida profesional, tienes mucho más control sobre tu vida y el esfuerzo siempre se ve recompensado".
En el caso de Maite Marín, cofundadora de Kiva Producciones, sello global enfocado en el arte, se lanzó a emprender "fruto del impulso auténtico de trabajar por y para el arte, por el bien común, como mujer comprometida libremente en estos tiempos difíciles para la cultura y aún sin duda, para la mujer. Con un sello independiente, que nació del profundo idealismo, de lucha y defensa de la justicia y la igualdad para desarrollar y compartir la creatividad a través del arte, tanto del teatro, la danza, la lírica, la música y la literatura".
La necesidad de hacer algo propio sin depender de nadie más, es una de las mayores motivaciones a la hora de emprender. Al respecto de esto, Katya Elez, fundadora de Tattoo Cleaners, sintió "la necesidad de hacer algo propio y con propósito y así surgió Tatto Cleaners, para ayudar a las personas a borrar su pasado para que puedan construir un futuro mejor y también quería ser dueña de mi propia vida, que conlleva libertad y también la máxima responsabilidad".
En muchos casos, la decisión de emprender se da como respuesta al no alcanzar puestos de responsabilidad y demostrar su capacidad de liderazgo en el ámbito empresarial. En este sentido, Mónica Casal, CEO y co-fundadora de la startup Tandem Up, dice que "nuestra presencia en Alta Dirección sigue siendo minoritaria. Las mujeres que me cruzo en el camino son abrumadoramente competentes, destacan por tener una visión clara, fuerte determinación y un liderazgo carismático. Me atrevo a decir que carreras tradicionalmente masculinas hoy ya ven clara la lenta pero inexorable incorporación de talento femenino gracias a mujeres "first in class" que con inteligencia, buen hacer y a menudo un estilo singular, nos sirven de inspiración al abrirse camino y demostrar que el único techo de cristal que no podemos romper es el que cada una de nosotras cree ver o peor aún el que dejamos que alguien más nos dibuje".