Hoy se juega el partido de Cuartos de Final entre Francia y España. Hoy Zinedine Zidane, el último gran ídolo del fútbol galo y que jugó en el Real Madrid, cumple 40 años.
Demasiadas coincidencias para que el partido de hoy no sea otro capítulo más entre dos países que por la proximidad viven una rivalidad intensa que, en alguna ocasión, ha pasado la barrera del buen gusto. Y si en los últimos años estos partidos han sido claves en algunas competiciones, ha sido en la figura de Zidane la que ha ido decantando la balanza en favor de los franceses.
El fútbol español coincidió con Zidane por primera vez en una Copa de la UEFA. El Betis de Serra Ferrer se cruzó en esta competición con el Girondins de Burdeos de Lizarazu, Huard, Dugarry y un joven centrocampista del que hablaban muy bien los expertos: Zinedine Zidane. Aquel Girondins que llegó a la final de la competición dejó en el Benito Villamarín la primera perla del jugador en nuestro fútbol.
Al final de esa temporada fichó por la Juventus donde comenzó a construir su camino hacia el Olimpo del fútbol y en el inicio de ese camino se produjo el primer encuentro entre 'Zizou' y la selección española. Fue en el invierno de 1997 cuando la Federación Francesa invitó a España para jugar el partido inaugural de Saint Denis, perla de las sedes del Mundial que albergaría Francia el siguiente verano y que se convertiría desde aquel partido en casa de los partidos de la selección bleu. La previa del partido por las malas condiciones del césped, evitó que se hablara mucho de un equipo que acabaría llevándose el Mundial y que antes, ganó aquel partido con un gol del protagonista de esta entrada.
Y si en aquel Mundial la pobre actuación de España privó de ver un partido ante Francia en Octavos, este encuentro se produciría en la siguiente competición internacional, la Eurocopa de 2000 en Holanda y Bélgica donde españoles y franceses se encontraron tras la fase de grupos, en Octavos de Final, donde aquí se guarda el amargo recuerdo del penalty fallado por Raúl que pudo haber forzado una prórroga, pero también fue un partido donde Zidane inició la victoria ante España con otro gran gol de libre directo.
Un año después firmó por el Real Madrid, dejando en nuestra Liga algunos de sus mejores años como profesional y logrando como protagonista directo el título que ansiaba desde que salió de Francia: la Champions en 2002. Un año de Mundial en el que la sorpredente eliminación en la fase de grupos de Francia evitó de nuevo un enfrentamiento en competición con España que tampoco se vió en la Eurocopa de 2004 pero sí en el Mundial de 2006.
Aquel Mundial fue en el que se sembró lo que España está recogiendo en estos años y Francia llegaba para darle un honroso final a la mejor generación de su historia. Desde aquí todos veían a Francia como una víctima en su camino hacia la gloria y se llegó a publicar una de las portadas con peor gusto en la historia del periodismo español (aunque luego se tratara de maquillar).
Como si de una venganza poética se tratara o quién sabe si habiendo motivado al crack francés, en aquel partido no sólo España no jubiló a Zidane sino que el jugador madridista manejó el partido a su antojo, dirigiendo la victoria de su selección que acabaría siendo subcampeona y permitiéndose el lujo de rubricar la victoria gala con el 3-1.
Ese Mundial supuso el fin de la carrera de Zidane, emborronado por su expulsión en la final pero que a pesar de lo impactante de la imagen, no debe eclipsar lo que ha sido Zidane para el fútbol en los últimos años. Sirva esta entrada para felicitarle el día de su cumpleaños y desear que no sea la selección francesa, aquella a la que dirigió hacia la gloria, la que le dé el regalo menos apetecible para los aficionados españoles que le disfrutamos durante tantas tardes.
Foto: josemontez.blogspot.com