España: ideas para combatir el sistema podrido

En nuestras ciudades y pueblos hay Ateneos, Sociedades, Casinos, Circulos, Liceos etc.... donde convocar a los ciudadanos que están por la labor de sumarse a este tipo de propuestas, dejando claro que no se trata de la formación de partidos políticos ni de sindicatos, patronales ni nada que tenga que ver con lo que ha sido el movimiento 15M, una lanzadera para pasar a formar parte del sistema de partidos como ha hecho Podemos. Se trata de vertebrar a la gente que produce y que sostiene al Estado, así como a todos aquellos ciudadanos que quieren que las reglas de juego sean distintas, que seamos nosotros los que le digamos al Estado como queremos conducirnos, como queremos utilizar nuesrtas libertades y no que nos impongan e intervengan nuestras vidas y menos por representantes que no hemos elegidos con nuestro voto directo ni en candidaturas donde elector y candidato tengan un vinculo común por el cual se reconozcan e interpreten los deseos de la sociedad. La voz de la sociedad consistre en eso y para hacerse oir hay que fabricar los cauces naturales para que la tan cacareada soberania emane del pueblo y no de otros agentes no elegidos ni elegibles. En ese sentido, necesitamos personas desvinculadas del Estado y del establisment institucional y partidista.

En España es urgente dar un impulso a la sociedad para dar autenticidad al sistema. Evitaremos así lo artificioso de nuestro sistema, donde los mejores no ocupan los mejores puestos, los empresarios no son representativos del hombre hecho a si mismo sino del amiguismo del poder, sólo hay que ver las empresas del IBEX y quienes están al frente, todos son pululadores del poder, ninguno excepto Zara y alguna que no recuerdo son regalos del poder a personajes que no han construido nada.

Las clases medias han sido masacradas, las pymes destruidas, los autónomos expoliados y la voz de la sociedad civil secuestrada por organizaciones satélites cuyo núcleo duro son los partidos (sindicatos, asociaciones vecinales, empresariales, deportivas, religiosas, ocio, ONGs etc..) y que trasladan al poder una voz virtual copia de lo que quieren escuchar a cambio de la subvención correspondiente. Todo esto tiene que cambiar para construir una sociedad libre y auténtica donde el mérito sea el parámetro, donde los valores sustituyan al materialismo, donde la política deje de ser confrontación y sea solución, donde el Estado se reduzca a ser el garante del cumplimiento de las reglas de juego, la protección de sus ciudadanos y el afianzamiento de la seguridad jurídica. En fin, menudo rollo para el domingo.

Carlos Rodríguez Hurtado