Los resultados electorales van a obligar a pactar en más ocasiones de las deseadas. Muchos partidos van a tragar “sapos” y hacer obscenas carantoñas a la formación más afín. Unos tienen la llave y otros la cerradura. Algunas veces la llave es pequeña y queda holgada, pero otras veces es excesivamente grande para tan ruin cerradura. Para solventar estos inconvenientes están los cerrajeros, conocidos como “tránsfugas” en el lenguaje político.
A vote pronto, y sin acritud, el posible que sea CIUDADANOS el partido con más “cerrajeros políticos”. Ha tenido que crecer muy rápido para poder presentarse “a todo” y en ese crecimiento no ha tenido tiempo de separar la paja del trigo.
Posiblemente en unos días o a más tardar en unos meses, veremos como se mueven sillas y los que parecían A se convierten en B… por motivos inconfesables, tirando a inaceptables, pero personalmente rentables.
A esto se sumará, también en breve, la dimisión de las grandes figuras políticas que no han podido ser alcaldes o presidentes de su comunidad. Una vida oscura y sin sentido en la oposición para ellos no es digna de vivirse. Ellos que tuvieron todo, se resisten a ser nada. Dimisión por temas personales, nuevos retos profesionales y disculpas similares. Pero la letra de esa canción ya la conocemos.
Y para terminar las formaciones en cierre por derribo, cambio de negocio o cerrado por reforma. Moviéndose de izquierda a derecha para poder ubicar lo más granado de su público.
En verdad que nos esperan días de vino y rosas.
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