Las marchas ciudadanas al Congreso de Madrid tienen una razón: el salario del trabajador
Lo que tienen que hacer, diputados y senadores, es bajar a la arena y abrir las puertas, que el Parlamento no es de ellos, es de todos los españoles.Para los que no la querían, una vez más, la capital española se vuelca a la calle este martes 25 de septiembre, y lo hace con autorización. La Delegación del Gobierno en Madrid autorizó movilizaciones puntuales con el justificado afán de garantizar el derecho de reunión, pero no lo ha pensado dos veces para prever 1.400 antidisturbios.
La manifestación se hará, pero con la limitante de mantener distancia de la Cámara y sin provocación, aunque la Coordinadora 25-S y la Plataforma en Pie, convocantes de la marcha ciudadana de desobediencia civil quieren rodear el Congreso y proteger el derecho de manifestación.
Las concentraciones ocuparán la Plaza de España y las proximidades de la estación de trenes de Atocha, entre las 12 y las 14 horas, y habrán reuniones en la propia plaza de España y en el paseo del Prado de las14 a 17.30 horas. La asamblea general permanente se celebrará en la zona peatonal del Paseo del Prado entre Cibeles y Neptuno.A las 17.30 tienen el visto bueno de la Delegación del Gobierno las marchas-manifestaciones desde la Plaza de España a Sol por la calzadas derecha de Gran Vía, Callao y Preciados, y desde Cibeles a Neptuno, donde se realizará la lectura de una "proclama ciudadana".
Sin embargo, en algunos medios, ciertos comunicadores han expresado su contrariedad a las manifestaciones de este martes ante el Congreso, cuando debería ser lo contrario de lo que algunos piensan y, sobre todo, de lo que piensan los diputados y senadores.En mi opinión, el Parlamento debería ser el manifestódromo por excelencia de todos los españoles. Eso falta hoy. Se supone que esa es la casa común de todos y no solo de ellos, a quienes les tenemos que manifestar nuestras inquietudes, protestas o lo que haga falta. Eso justifica con creces el estado de derecho. Se han parapetado y protegido con unos privilegios decimonónicos que ya no tienen sentido. No hace falta que se protejan y aíslen tanto a la sociedad civil. Lo que tienen que hacer, diputados y senadores, es bajar a la arena y abrir las puertas, que el Parlamento no es de ellos, es de los españoles, del conjunto de todos los españoles como tanto ha pregonado el actual presidente del gobierno.Pero la paradoja está a flor de agua. En realidad, se protegen todos y se ponen de acuerdo para lo que les interesa. Ya se han aprobado ellos solitos que para el próximo año se restituya la paga extra de Navidad, que fue retirada a un sector mayoritario de la administración. ¿Y los demás qué? ¿No son trabajadores iguales? La democracia enseña que el derecho no se defiende en casa con la puerta cerrada y sin hacer ruido.Por eso hay que manifestarse.
Un comunicador ofuscado porque cree que la manifestación la mueven“facinerosos, antisistemas y energúmenos”
Carlos Herrera en su día discrepó y dijo lo que quiso; cada mañana en Onda Cero, expresa lo que siente. Ahora estará de acuerdo en que los demás usemos la réplica y hagamos lo mismo, creo que es el más elemental acto de la libertad de expresión.Una de esas contrariedades mediáticas con no muy buen olfato ni simpatía, se la escuché este lunes a Carlos Herrera, en Onda Cero Radio, llamando “facinerosos, antisistemas y energúmenos” a quienes manifestaron saltar las vallas del Congreso si fuera necesario. Eso dijo Herrera en su Onda aludiendo a unos pocos, pero ni una sola palabra escuché hacia el resto de la ciudadanía que se manifestará cívica y pacíficamente. ¿Qué sucede? Entonces todos son facinerosos, antisistemas y energúmenos.Mire usted, querido Carlos, en esta etapa que atraviesa España, está en juego el sostén de familias enteras. El salario, creo yo, es lo más sagrado de un trabajador. Sus contertulios, Carlos Herrera, están allí, porque usted les paga. No cabe otra. El altruismo se acabó en este mundo.Para salir de duda, le hago una sola pregunta: ¿Qué pasaría si usted No le pagara lo que debe a uno de sus discípulos de la información? Pues sencillamente que irían a por lo suyo. Y eso, sencillamente, es lo que están haciendo en estos tiempos que corren, millones de ciudadanos en este país, frente a los recortes despiadados al bolsillo de los que trabajan. Es obvio que la irritación sea mayor y hasta extremos límites se insinúen cuando el recorte no llega parejo. Pero nada le da derecho a llamar con los cascos puestos “facinerosos, antisistemas y energúmenos” al español desesperado de a pie.
Le invito como lo hago yo –y no soy funcionario-, a reproducir, por ejemplo, los augurios de que sólo en el Ministerio de Empleo, los altos cargos que rodeana Fátima Báñez, la ministra, habrán cobrado3.000 euros en diciembre en concepto de pagas extraordinarias.
Después de haberle escuchado despotricar el lunes, víspera de un día de manifestación civil no violenta, después de haberle oído envalentonado ante el micrófono contra quienes de una manera desesperada, pero pacífica, reclamaran su salario justo, no me cabe la menor duda de que la funcionaria de Granada que ya en su día hizo circular en la red consideraciones que usted calificó de demagógicas –y yo reproduje-, lleva mucha parte de razón al replicar ante sus comentarios desaforados acerca del “espinoso asunto” del recorte de sueldo a los empleados públicos. Es espinoso, sí, como todo lo que ha recortado este gobierno, que un año después todavía sigue en cierne, aunque muchos no lo crean así.
Cuando el oyente replica y a usted le duele, sencillamente no lo publica, y si el criterio desfavorable se expande,usted lo llama bulo.Yo No lo creo así, aunque usted tenga el poder de la información.
Permítame entonces en el más soberano derecho a la libertad de expresión, publicar una vez más la para usted ya abominable Carta de Concha, que es también el mensaje de muchos españoles. Nadie quiere recortes Don Carlos. Quítese los cascos, abandone el micrófono y vengase a la manifestación, no a protestar sino a contemplar. Después otro Carlos dirá. Hoy, al menos, se lo he dicho yo.
Jesús Díaz Loyola
La vigencia de la Carta de Concha es la
esencia que mueve a miles de hoy“Es de MI TRABAJO, del que hablas. El que crees que hay que remunerar menos. El que infravaloras... Atendiendo a público cabreado e impaciente, cuidando y formando a vuestros hijos, responsabilizándonos de la salud de pacientes a los que tenemos que ver en tiempo récord, manteniendo y limpiando los espacios en los que vivís, protegiendo vuestra seguridad....”
”Igual tú no has necesitado de estos servicios porque puedes pagar medios privados: gestores, colegios, clínicas, médicos, seguridad, etc...., pero te aseguro que gran parte de la población, entre la que me encuentro, los necesitamos porque nuestro sueldo, los privilegiados que lo tenemos, no da para más. De los que no lo tienen, ni te hablo”.
”Te cuentas entre las afortunadas personas que ganan más de 80.000 euros al año, te sientes indignado. Ves los "peros" de dejar a los ciudadanos con menos dinero que gastar y te parece que esa medida es injusta y poco útil, peor aún, que puede ser devastadora para los mercados”.
“En este esfuerzo que se nos exige a los pensionistas y empleados públicos que no se escape nadie en este país. Que contribuyamos TODOS y TODOS arrimemos el hombro. Ricos y menos ricos. Empleados públicos y PRIVADOS. Todos los trabajadores y los dueños de grandes fortunas. No os pongáis a temblar los que ganáis más, que vosotros lo vais a notar relativamente poco.
Carta de ConchaEstimado Carlos:
Mis motivos para escucharte cada mañana no han sido otros que el placer de
escuchar una información imparcial, coherente y objetiva,
cualidades indispensables en el oficio de periodista, pero que en
pocos medios de comunicación españoles, y ahora creo que en ninguno, es
fácil encontrar. He disfrutado también muchísimo de tus grandes dotes de
comunicador y, sinceramente, me he divertido bastante oyéndote.
Y por eso lo siento mucho.
Siento mucho haber tenido que ver al final tu faceta más humana desde el
punto de vista negativo. Ver como la imparcialidad, la coherencia y la
objetividad, han ido abandonando tus opiniones a medida que el tema de la
crisis económica avanza. He soportado día tras día ver que, primero,
lanzabas indirectas para que se "metiera mano" (lo siento, no se me ocurre
ahora mismo una forma más correcta de decirlo) de una vez a los empleados
públicos. Y, después, desde hace unos días, comprobar la satisfacción que
te causa el hecho de que por fin el Gobierno haya adoptado esta medida que,
entre otras, recorta el gasto público.
Querría hacer un inciso aquí. Parece que hay muchas personas que sólo
pensáis en el gasto que ocasionamos a vuestros (nuestros también, no lo
olvides), bolsillos. Olvidáis y os reís de la "PRODUCCIÓN " pública que es
la que justifica este gasto. Es que ni pensáis en ella. No estoy hablando
de altos cargos puestos a dedo que estropean más que arreglan y que no se
irán, no lo dudes, sino de los "curritos" que como en cualquier empresa
trabajamos nuestras treinta y siete horas y media semanales, en muchas
ocasiones en condiciones más que complicadas porque no contamos con los
medios suficientes para poder estar a la altura de lo que se nos
responsabiliza. Atendiendo a público cabreado e impaciente, cuidando y
formando a vuestros hijos, responsabilizándonos de la salud de pacientes a
los que tenemos que ver en tiempo récord, manteniendo y limpiando los
espacios en los que vivís, protegiendo vuestra seguridad.... En fin....
Igual tú no has necesitado de estos servicios porque puedes pagar medios
privados: gestores, colegios, clínicas, médicos, seguridad, etc...., pero
te aseguro que gran parte de la población, entre la que me encuentro, los
necesitamos porque nuestro sueldo, los privilegiados que lo tenemos, no da
para más. De los que no lo tienen, ni te hablo.
En fin, te he escuchado defender esta medida y....bueno, es tu opinión como
la de muchas personas. Injusta, indicadora de un desconocimiento total de
la labor que realizamos (¿cómo la vas a conocer si, como te decía, poco
tendrás que usarla?) y, por lo que a mí respecta, triste. Es de MI TRABAJO,
del que hablas. El que crees que hay que remunerar menos. El que
infravaloras en definitiva.
Pero en fin, he seguido escuchándote a pesar de todo porque no hacías más
que manifestar eso, una opinión. Pero hoy voy a dejar de hacerlo. Hoy he
comprobado que te has vuelto parcial, incoherente y subjetivo. Y ya no me
parece interesante oírte.
Ahora que el Gobierno ha dejado de mirarme y te mira a ti, que entiendo te
cuentas entre las afortunadas personas que ganan más de 80.000 euros al
año, te sientes indignado. Ves los "peros" de dejar a los ciudadanos con
menos dinero que gastar y te parece que esa medida es injusta y poco útil,
peor aún, que puede ser devastadora para los mercados.
Ya. ¿Para qué mercados? ¿Para las grandes firmas como Loewe? ¿Para la casa
Mercedes? ¿Para el hotel Alfonso XIII? ¿Para restaurantes como Zalacaín o
La Broche? Te aseguro que los que ganáis más de ochenta mil euros al año
(declarados) no vais, por la subida de un punto o dos más en el IRPF a
dejar de gastar en ellos. Ni lo van a notar, te lo aseguro. Ese mercado no
se va a ver resentido. Y si no podéis vosotros, cosa que dudo, ya seguirán
acudiendo a él los que no declaran las fortunas que ganan. Siempre ha sido
así. A estas grandes empresas, nunca les fallan sus clientes.
Las tiendecitas de barrio, el bar que hay debajo de casa, los restaurantes
normalitos, los hoteles de dos y tres estrellas, las gamas bajas de
vehículos.... ese mercado que es al que podemos acceder la mayoría de
los españoles y del que viven otros tantos, como no es frecuentado por las
personas que ganan más de 80.000 euros al año, igual sí que se ve afectado.
Tiendo a pensar, por la parte que me toca, que el recorte de sueldo de los
empleados públicos, que sin ningún pudor ni conocimiento defiendes, sí que
le va a hacer daño. Sí que le va a hacer daño la congelación de las
pensiones. Llegamos a fin de mes justitos, así es que el dinero que nos
quiten ahora, lo tendremos que quitar de nuestro consumo en estos
establecimientos/empresas. A este recorte, por cierto, tenemos que añadir
la subida del IVA y de la energía eléctrica, de las que tampoco nos
libramos. Así es que los mil/mil quinientos euros que ganamos la mayoría de
nosotros, una vez que nos apliquen el recorte salarial, como podrás
comprender a poco que sumes, se nos irá en pagar la hipoteca/alquiler, la
comida, el agua, la luz.... y poco más nos quedará para el consumo.
Carlos, todos podemos traernos al trabajo el desayuno de casa, no hay mucho
problema. También podemos aguantar con los zapatos y la ropa del año
pasado, tomarnos en casa la cervecita con nuestros amigos, comer con ellos
también en casa en lugar de ir a un restaurante de vez en cuando y
"aguantar" el coche un poco más. El problema será para el dueño del bar que
vivía de servir desayunos a esa "panda de vagos" que somos los empleados
públicos. Para el dueño de un pequeño comercio de ropa o calzado, del
restaurante sencillito, del hotel familiar, del supermercado de barrio, del
concesionario que vende coches de ocasión.... Y para sus empleados. Este
sector de mercado lo tendrá realmente bastante más difícil para sobrevivir
que el de Loewe, Zalacaín, el hotel Alfonso XIII o la Mercedes.
Y, como te comentaba, a éste mercado es al que accedemos la mayoría de los
españoles. Sin ninguna duda al menos, los funcionarios, como nos llamas a
todos, y los pensionistas.
Mira, te voy a mostrar lo que entiendo yo por solidaridad, por
responsabilidad, por coherencia y por justicia.
Yo no tengo ningún problema en apretarme el cinturón (si es que esto, como
dudo, puede solucionar algo), para que con este dinero se puedan pagar
subsidios de desempleo, gastos sociales y disminuir el déficit del Estado.
Para que podamos salir de esta situación caótica en la que la coyuntura
mundial y la vergonzosa ineptitud de nuestra clase política (de todos los
signos) nos han metido. Creo que es absolutamente necesario, justo y
razonable. Pero hay dos aspectos que me harían sentirme más conforme y más
tranquila
Uno de ellos sería que de este esfuerzo que se nos exige a los pensionistas
y empleados públicos no se escape nadie en este país. Que contribuyamos
TODOS y TODOS arrimemos el hombro. Ricos y menos ricos. Empleados públicos y PRIVADOS. Todos los trabajadores y los dueños de grandes fortunas. No os
pongáis a temblar los que ganáis más, que vosotros lo vais a notar
relativamente poco.
El segundo aspecto que me haría no plantearme siquiera sentirme molesta con
este recorte es que una vez que esta situación pase, que pasará como todas
las crisis, se nos devolviera a TODOS también el poder adquisitivo que
teníamos antes de padecerla. Que no sólo lo privado se beneficie de las
épocas de bonanza mientras que a nosotros se nos mantiene, incluso yendo el
país bien, en la misma situación económica que en los momentos de "urgencia
social". Que cuando pasen esos momentos, se nos restituya a la situación
que teníamos antes de la crisis como a todo hijo de vecino. No pretendería
más.
Con estas dos condiciones, entrego gustosamente mi dinero para contribuir a
que nuestro país no se desmorone del todo. Para ayudar al que ahora mismo
tiene la desgracia de estar en paro y a sus familias. Lo entrego con los
ojos cerrados. Por solidaridad, por responsabilidad y porque lo considero
justo.
Pero tú y yo sabemos que no va a ser así. Que nunca ha sucedido así.
Carlos, todo lo que de justo tiene que yo tenga que contribuir al arreglo
de esto, lo tiene de injusto el hecho de que no seamos todos los que lo
hagamos. Que tenga que seguir contribuyendo a esto aún cuando "esto", haya
pasado. ¿Me puedes dar una sola razón para que no se toque a grandes
sueldos que no han sido recortados; a las grandes fortunas? ¿Me la puedes
dar para que las subidas salariales que se nos aplican después de las
"crisis" se hagan en un porcentaje muy inferior al de la subida del IPC del
año que toque y sobre sueldos congelados (ahora, reducidos) durante sabe
Dios cuántos años esta vez?
Esto no es demagogia. Es la realidad pura y dura. Creo que objetiva,
imparcial y coherente. Como eras tú antes de ver peligrar un poco de lo
mucho que tienes.
Si quieres, te puedo dar un consejo acerca de cómo pasar el mal rato de ver
horrorizado que ahora te puede tocar a ti: Sencillamente, aprieta los
dientes y aguanta. Es la medicina que tomamos nosotros, los "funcionarios",
como nos llamas. Y ahí vamos, tirando "pa´lante". Trabajando exactamente
igual, con la misma responsabilidad, que cuando ganábamos más. Asumiendo
por añadidura el trabajo de los compañeros a los que no se sustituirá por
la crisis.
Otro inciso: no querría pensar que ahora te estás cuestionando la calidad
del trabajo de PROFESIONALES de la medicina, de la enseñanza, de la
gestión, de la investigación, de la seguridad.... no querría pensar que la
ancestral imagen del "funcionario" de manguito vago, poco formado e inútil,
aún está en tu mente. No puedes ser tan....limitado. Y, a todo esto, no
todos somos funcionarios, te rogaría que nos denominaras bien si quieres
generalizar. Te informo de que la designación exacta es: Empleado Público.
Algunos de nosotros tampoco tenemos la estabilidad en el empleo que tanto
se envidia y que, al parecer justifica todo lo que se nos diga o haga. Hay
muchos contratados laborales a los que también se les aplica, por cierto,
la bajada de retribuciones y que también pueden ser despedidos cualquier
día.
Y aquí acabo. Sé que esta carta no la vas a leer en tu programa, por su
extensión y por su contenido. No importa, sólo quiero que la leas tú (de
darle difusión, ya me encargaré yo misma) y que pienses un poquito, si te
dignas, en lo que te cuenta esta humilde ex-"forofa" tuya. Y que, si es
posible, dejes de amargarles las mañanas a los TRABAJADORES públicos,
aunque me temo que probablemente esta carta tenga el efecto contrario si
tienes la soberbia que, no sé por qué, ahora te presupongo. Será por lo que
me has cabreado y ojala me equivoque.
Un saludo y que Dios nos pille confesados. A TODOS, Carlos.
Concha